Los agricultores de las zonas afectadas han llegado a perder, en muchos casos, el cien por cien de sus cosechas en un solo día. Se trata -como recordó el portavoz de la asociación de vecinos de Bértola- de fincas muy pequeñas, propias del minifundio local, por lo que los daños son muy grandes para estos pequeños agricultores, que en una acometida de un jabalí pueden llegar a perder toda su producción. "Invertimos en semillas, en abono, en horas de trabajo, en maquinaria, para que luego venga el jabalí y acabe con todo en una sola jornada", explica Emilio Justo.
La portavoz del gobierno local de Vilaboa, Teresa Carro, demandó por ello ayudas y compensaciones para los agricultores afectados.
Los daños son aún mayores cuando se adentra en las fincas una hembra con sus crías, porque al enseñarles a buscarse el sustento causan muchos más estragos en las cosechas y en las tierras, como explican los agricultores. Además estas hembras son mucho más peligrosas ante la presencia del ser humano, porque para defender a su camada puede tener una reacción muy violenta.