Vecinos de las parroquias pontevedresas de Tomeza y Marcón, además de las de Bértola y Figueirido, en Vilaboa, se concentraron esta mañana ante la delegación de la Xunta en Pontevedra para protestar por los daños que el jabalí está causando en las fincas labradas. Orlando Otero Vázquez, vecino de Vilaboa, explica que el jabalí se ha instalado en las aldeas y en las tierras cultivadas, debido a los incendios y al abandono del monte, donde ya no encuentra alimento ni acomodo para criar sus camadas.

Reclaman a Medio Ambiente que autorice batidas controladas para reducir la población de jabalí en las zonas afectadas, ya que los animales "se pueden ver perfectamente a plena luz del día y si tienen camada incluso suponen un peligro serio para las personas", como apunta Emilio Justo, portavoz de la asociación de vecinos de Bértola.

Un problema añadido son los cruces de cerdo vietnamita con jabalí, que también se ha extendido por las tierras de cultivo y cuya caza no está permitida porque no está considerado como una presa sino como un animal doméstico, según explica Paco Couselo presidente de la Federación Galega de Caza en Pontevedra. "Las multas por cazarlos pueden llegar hasta los 6.000 euros", añade.

"Esto no lo podemos soportar, en Bértola el 90 por ciento de las fincas están totalmente destrozadas", asevera el portavoz de la asociación de vecinos de la parroquia.

Los cazadores se ofrecen para ayudar a los agricultores en la solución que proponen, realizando batidas controladas siempre que la Xunta las autorice. Ante las reticencias de la Administración pública para usar escopeta en zonas habitadas, proponen utilizar arqueros.

Tras la concentración de protesta de esta mañana, los portavoces vecinales fueron citados por el delegado de Medio Ambiente en Pontevedra para escuchar sus demandas.