Las vacaciones de verano son un período de tiempo que permite a los más pequeños tanto pasar su tiempo libre disfrutando en la playa como aprender acerca de temas que no enseñan en los colegios. Enseñar a los niños las primeras nociones sobre el mundo de la pesca en el mar es el motivo por el que cada año la Asociación de Pescadores Tenlo preparara su curso de iniciación a la pesca.

Miembros de la asociación se encargan de que durante los dos meses del verano, julio y agosto, los niños puedan asistir a una actividad diferente como lo es este curso de pesca. Estos meses han sido 20 los niños y niñas de entre ocho y once años los que han acudido a la sede de la asociación en el local situado en el Parque Azul para asistir a las clases.

Con el fin de las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina, la jornada de ayer fue el último día de las clases. Los niños disfrutaron de un último día comprobando lo que han mejorado en los dos últimos meses.

En este tiempo han aprendido a realizar todo tipo de nudos marítimos o a cuidar de las redes de los barcos pesqueros durante las clases teóricas de los miércoles.

En cambio los viernes era el turno de las clases prácticas en los cuales miembros de Tenlo acompañaban a los niños en embarcaciones a la ría. Estas jornadas les servían a los niños para practicar con la caña de pescar e incluso para capturar sus primeros peces.

El presidente de la Asociación Tenlo, Ramón Castro, comentó que este año no han tenido suerte ya que no han pescado mucho pero que los niños han disfrutado de todas maneras navegando por la ría de Pontevedra.

En estas jornadas de pesca los niños probaron diferentes técnicas de captura tradicionales. Una que los niños han disfrutado particularmente ha sido la de curricán. Esta técnica consiste en circular por el mar a baja velocidad arrastrando el anzuelo. También han probado la técnica del fondeo y la pesca con caña desde tierra.

Durante el curso los niños también han realizado excursiones a lugares de la ría como las bateas o los arrecifes. Estas pequeñas excursiones eran aprovechadas para conocer la riqueza de la ría observando las diferentes especies que alberga esta en su interior.

A pesar de que la última jornada de clases fue ayer, Ramón Castro ha comentado que seguramente celebren una pequeña merienda para marcar el final del curso, como ha acontecido en los anteriores años.