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El Museo estima que las reformas en sus dos edificios centrales se prolongarán "al menos dos años"

La sala naval y la colección de pintura no gallega datada entre el Gótico y el siglo XVIII serán dos de los ejes de la futura exposición

Edificios centrales del Museo, en la plaza de A Leña. // Gustavo Santos

Los edificios Castro Monteagudo y García Flórez, el epicentro del Museo de Pontevedra en la plaza de A Leña y la calle Sarmiento, permanecen cerrados desde hace meses y las obras de rehabilitación y reubicación de la colección se prolongarán "al menos dos años", según las estimaciones iniciales de la institución cultural, que prevé que una vez puestas en marcha sus 6 sedes recibirá alrededor de 200.000 visitantes cada año.

Las obras se acompañarán de una total reorganización de los fondos, parte de los cuales (caso de la afamada colección de arqueología o de las piezas de la fábrica Sargadelos) han pasado ya a los edificios Sarmiento y Sexto. En una segunda fase y como muy pronto el Castro Monteagudo y el García Flórez estarán operativos en 2018, si bien todo apunta a que la reapertura muy posiblemente podría retrasarse.

Una vez reorganizada la colección, en los edificios centrales se exhibirán los fondos datados entre el Gótico y el siglo XVIII de pintura no gallega, ya que la fechada en la Comunidad desde la Baja Edad Media hasta la actualidad ya se exhibe actualmente en el Sexto Edificio.

A mayores de estos fondos pictóricos, otro de los grandes polos de atracción será la sala con la reconstrucción de la fragata Numancia.

Ésta fue el primer buque acorazado que poseyó la Armada española, cuya construcción arrancó en el año 1862 en el astillero francés Forges et Chantiers de la Méditerranée (Tolon). Su botadura se produjo en el año 1863 y su nombre permanecería indisolublemente unido al del almirante pontevedrés Méndez Núñez y al bombardeo del Callao.

Fotografías originales de Méndez Núñez, grabados, cuadernos de bitácora y otras piezas relativas a la participación en el bombardeo del Callao (por ejemplo grabados representando imágenes del ataque o de los comandantes al frente de las fragatas participantes) también figurarán en esta sala, una de las más visitadas de la colección.

Destaca especialmente el modelo de la fragata Numancia previo a su construcción, que muestra algunas variaciones con respecto al buque una vez botado, en una sala "por la que me han preguntado hasta personas en Japón", indica el director del Museo a propósito del interés que despierta este espacio dedicado a la tradición naval.

Carlos Valle incide en que la Numancia "enlaza con la tradición marinera de Pontevedra a través de la figura de Méndez Núñez y ahí estarán la salas navales ligadas a la historia de la ciudad como de hecho ya estaban anteriormente si bien distribuidas de otra manera, evidentemente".

En estos espacios se exhibirán piezas como los muebles de la Numancia, luminarias que cuentan con un singular mecanismo para contrarrestar el balanceo, un catalejo que perteneció a Méndez Núñez, vajillas y otros objetos de la Compañía de Indias, "una cafetera de mediados del siglo XIX, copas de champaña colocadas en un mueble apropiado para evitar que se caigan con el balanceo, curiosas cartas náuticas de 1860 y 1861 pegadas sobre tela para poder enrollarlas y desenrollarlas sobre dos ejes paralelos, fotografías de 1866 de barcos de la escuadra del Pacífico y sus tripulantes y óleos", detallan los portavoces de la institución museística.

La mesa alrededor la que se reunían los oficiales, una carta náutica del Callao de 1840 y un croquis del momento con la situación de la escuadra española y su evolución en el ataque a la fortificación peruana el 2 de mayo de 1866 son otras de las piezas que figuran en la colección.

Las salas navales se completarán con numerosos fondos como modelos de barcos, banderas, cuadros o restos y referencias al combate naval de Rande, algunas de las piezas que observará el visitante al acceder a estos espacios.

También figura en los fondos de la colección del Museo, señalan los portavoces de la institución, "un curioso sofá que reproduce en sus brazos las galerías de ventanas de los costados de popa de un navío de finales del s. XVIII y principios del siglo XIX"

Hasta el momento no hay fecha de inicio para los trabajos de reacondicionamiento, si bien las grandes líneas del proyecto están ya definidas. "Faltan los detalles de ajustes", concreta el director del Museo, "pero no será muy distinto en contenidos de lo que ya estaba previsto".

"Un buen ejemplo de la riqueza en fondos", añade Carlos Valle, "son las dos obras cedidas en estos momentos a una muy importante exposición sobre el Siglo de Oro que se celebra en Berlín y que suponen un buen ejemplo de la importancia de la colección de la pintura barroca".

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