Después de tres años nefastos (con el 2014 como uno de los peores de la historia, según Carmen Vázquez), la principal demanda del sector marisquero de cara al futuro sigue siendo celeridad a la hora de ejecutar el plan de saneamiento de la ría. Cabe destacar que unas 400 familias viven del marisqueo y que todas las cofradías tienen concesiones en las que no que pueden trabajar debido a que están calificadas como "Zona C" de tal forma que el producto no puede ser vendido en fresco sin antes pasar por una depuradora. "Nosotros llevamos diez años sin poder trabajar en el banco marisquero más productivo de la ría", explica la patrona mayor de Lourizán, quien señala que tanto a Raxó como a Lourizán les pasa "tres cuartos de lo mismo en algunas de sus concesiones". Explica que si pudieran diversificar las capturas y no solo explotar los bancos en los que pueden trabajar actualmente podrían sobrellevar mejor los cierres provocados por las toxinas, cada vez más prolongados y frecuentes. Y es que el banco de Lourizán supone la mitad de la superficie de sus concesiones y esto permitiría "dejar descansar" aquellos que ahora explotan de forma más intensa. Es también, además, la zona que históricamente "tiene más producción" y actualmente permanece cerrada. Por lo tanto, consideran que mejorar la situación de la depuradora y mejorar la salud de la ría "es el paso fundamental para la recuperación de ese marisco".
Otra de las reivindicaciones pasa por recuperar el berberecho, un marisco que generaba importantes recursos para las cofradías pero que la aparición de la plaga de un parásito, la "martelia", hizo que casi desapareciese de la ría.
Incendios
Asimismo, aunque en la ría de Pontevedra nunca afectó demasiado debido a la amplitud del estuario del Lérez, de cara a este invierno sí se reclama a las administraciones cierta vigilancia y medidas para impedir que las cenizas de los incendios y los aportes de madera que puedan bajar por los cauces fluviales hacia el mar puedan crear algún problema en las concesiones marisqueras.
