Se acabaron los plenos interminables en el ayuntamiento de Pontevedra. Sesiones que se eternizan a raíz de réplicas y contrarréplicas de los distintos portavoces defendiendo múltiples mociones de toda índole y contenido, algunas de ellas, que poco tienen que ver con los vecinos de la capital. Al menos, dotar a los plenos de un contenido "más sustancial" es la intención de los grupos políticos del ayuntamiento de Pontevedra que ayer acordaron limitar el número de mociones que puede presentar cada grupo municipal para su debate ante el pleno.

Por el momento, el acuerdo alcanzado por los portavoces es provisional. Una solución de emergencia para el pleno del próximo lunes y el del mes de septiembre con el compromiso de que en octubre se intentará buscar un acuerdo definitivo en el seno de la Comisión de Réxime Interior reformando el reglamento orgánico.

Esta solución provisional limita a un máximo de dos por pleno el número de mociones que presentará cada grupo municipal. Cada partido deberá elegir qué dos mociones son las que se quieren tratar en la primera parte resolutiva de la sesión, "aquellas que consideren más importantes", destacaba ayer el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, de tal forma que se puedan debatir más en profundidad. Una vez resueltas estas, se daría paso a la parte de control y fiscalización de la acción del gobierno, con los ruegos y preguntas, de tal forma que se garantiza esta labor de control que últimamente, debido a la larga duración de las sesiones, llegaba ya tras horas de debate. Si el pleno no ha llegado al límite de cinco horas (que se considera como máximo), los portavoces podrían decidir si continúan o no debatiendo otras mociones. De lo contrario, las que no entren a debate quedarían pendientes para la siguiente sesión.

Según explicó el alcalde, la decisión se toma a raíz de un extenso informe del secretario municipal en el que hace hincapié en la necesidad de "racionalizar" el contenido de los plenos y su duración. La totalidad de los partidos se muestran partidarios y en la junta de portavoces de ayer incluso ya se pusieron sobre la muestra propuestas que todos los grupos están dispuestos a explorar. Una de ellas es, por ejemplo, la posibilidad de que algunos asuntos puedan ser resueltos en comisión, sin llegar a pleno. Desde la oposición, el PP o Ciudadanos se muestran favorables a esta medida.

También los populares plantearon otra medida que no se descarta, como la posibilidad de regular las intervenciones de cada grupo y cronometrar los tiempos.

Tanto PP como Ciudadanos valoraron positivamente el resultado de la junta de portavoces y se arrogaron la autoría de este acuerdo al que luego se sumó toda la Corporación. María Rey, de Ciudadanos, recordó que ella lleva pidiendo este tipo de medidas para hacer los plenos más racionales desde el inicio del mandato. De hecho, considera que el gobierno local utilizó la presentación de un aluvión de mociones como cortina de humo para esconder iniciativas de la oposición que realmente les importunaban.

Esta última visión también la comparte el PP. Jacobo Moreira cree que la respuesta de los populares con otra batería de mociones fue lo que forzó a los nacionalistas a reconocer que saturar el pleno con múltiples iniciativas fue "un error".