El incendio en la guardería Pipo, situada en un bajo en la Plaza de Pasarón, calcinó la gran parte del interior del local durante la madrugada del pasado martes. Varios vecinos de los pisos superiores llamaron al 112 Galicia para alertar de la presencia de humo en la plaza alrededor de las 3 de la madrugada. Desde emergencias se alertó a los Bomberos de Pontevedra, así como, a la Guardia Civil y a Protección Civil.

Una vez en el lugar, los bomberos procedieron al desalojo de los vecinos de los pisos superiores en el edificio 1 y 3 de la plaza para garantizar su seguridad. Uno de los edificios se quedó durante un tiempo sin electricidad a causa del incendio.

En total fueron 25 los residentes afectados por el desalojo realizado como medida de precaución. Estos permanecieron fuera de sus viviendas durante aproximadamente las dos horas que duraron las labores de extinción del fuego llevadas a cabo por una patrulla de los Bomberos de Pontevedra. Finalmente pudieron regresar a sus casas algo antes de las seis de la madrugada.

Durante el incendio no se produjo ningún herido pero sí importantes daños materiales tanto en el interior del local y como en parte del mobiliario. Esta serie de daños fueron causados por las llamas del incendio y la intensa humareda que estas provocaron.

Por el momento todos los indicios apuntan a que el origen del incendio está en el cuadro eléctrico de la oficina de este centro escolar. Este fallo sumado a la presencia de una gran cantidad de material fungible propio de una guardería provocó que el fuego prendiera con facilidad en la totalidad del local.

Nueva actuación

En la mañana de ayer, alrededor de las 11 de la mañana, algunos vecinos alarmados por la presencia de humo en sus domicilios llamaron de nuevo a Emergencias que a su vez avisaron a los Bomberos de Pontevedra y a la Policía Local. Estos se dirigieron de nuevo al lugar para comprobar el interior de este centro escolar.

El operativo formado por bomberos y miembros de la Policía Local entró de nuevo en la guardería y descubrieron unas brasas que eran las causantes del exceso de humo en los pisos superiores y también en la entrada del edificio. Con la ayuda de una manguera los bomberos volvieron a repasar todo el local para eliminar cualquier riesgo de que el incendio se reavivase.

Los vecinos también comentaron que durante parte de la mañana varios padres acudieron al lugar para llevar a sus hijos a la guardería desconocedores de lo sucedido. Todos ellos quedaron asombrados de los numerosos daños que habían causado las llamas y el humo en el interior de la guardería.