El curro de A Escusa en Poio fue ayer escenario de una nueva edición de la batalla que libran los "aloitadores" con los caballos mostrencos para proceder a la "rapa" de los animales. Un proceso en el que también se marcan los potros y se procede a la venta de algunos de ellos. La lucha entre el hombre y el ganado mostrenco, criado en libertad en las laderas del monte Castrove, volvió a dejar estampas de gran plasticidad. Además este año la edición se vio favorecida por el calor y el buen tiempo, frente a la lluvia y el barro que deslucieron el curro del pasado año.

Pero en A Escusa ya llevan dos días de fiesta para honrar al patrón San Ramón. El curro de ayer comenzó realmente el pasado sábado cuando a primera hora de la mañana se procedió a la reunir todo el ganado en el pastizal de A Escusa. Esa jornada, por la noche, ya se realizaron actuaciones musicales.

Ayer, día grande, a las 11.30 horas se procedió a bajar a los caballos al curro de San Ramón y allí se procedió a la separación de los potros. Luego llegó el turno de los actos religiosos con una misa a las 13 horas y fue ya por la tarde cuando los "aloitadores" saltaron al curro para reducir a los animales a los que iban a liberar de sus crines y también marcar a los ptroso para su venta. Al final de la jornada también se celebró el sorteo de dos potros en el curro.

Una vez finalizados los actos, se procedió a la suelta de los caballlos en el monte Castrove en donde permanecerán libres hasta el año próximo.

A Escusa se convirtió ayer en un enclave magnífico para no solo disfrutar de los inmejorables paisajes de la ría que ofrece el Castrove, sino para degustar la mejor gastronomía y disfrutar de este espectaculo ancestral como es la lucha entre la bestia y el hombre.