Inmobiliarias de Pontevedra muestran su preocupación por el estado del mercado de vivienda en la ciudad, tanto en lo que se refiere a la venta como al alquiler. La tendencia alcista en la demanda a nivel estatal contrasta con el "estancamiento" que, en opinión de Javier Tovar, gerente de la Inmobiliaria del mismo nombre, vive este mercado en la ciudad del Lérez.
El alquiler sigue siendo el tipo de operación más habitual frente a la venta, todavía residual y principalmente de segunda mano en el negocio de las agencias. "El mercado de alquiler es más dinámico, presenta mayor demanda que la compraventa. La gente, para tomar decisiones de compra, o lo ve muy claro o no las toma", asegura Javier Tovar. El aumento de la demanda de alquiler en los últimos años, no obstante, no es suficiente para impulsar el mercado, por lo que, en su opinión, "no se puede hablar de recuperación".
Un crecimiento "muy débil" en la compra de vivienda que genera inquietud también en José Carlos Amoedo, gerente de Centro Piso, quien señala que "la gente busca gangas que no existen, se hacen ofertas muy a la baja y no se cierran operaciones". La precariedad laboral afecta igualmente al mercado y los jóvenes optan por alquilar vivienda mientras que es la mediana edad la que compra pero "sin prisa" y buscando algo "muy barato", explica Amoedo.
Para Jorge Fernández de Inmobiliaria Pedrosa la incertidumbre generada por la ausencia de gobierno también paraliza inversiones y los datos de crecimiento tienen poco valor. No solo porque el crecimiento sea "a un ritmo muy pequeño", sino porque "venimos de unos años muy bajos. Es como si vas perdiendo 10-0 y metes el 10-1. No es difícil crecer", pero no es suficiente, comenta.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Fomento y del Instituto Nacional de Estadística, la ciudad de Pontevedra es segunda por la cola en la lista de las grandes urbes gallegas en cuanto a compraventa de vivienda durante el primer trimestre de 2016 en relación con el mismo periodo del año anterior. Aunque hay más ventas este año que en 2015, el crecimiento lento que denuncian las inmobiliarias queda reflejado en los números, especialmente en comparación con otros territorios. Pontevedra se comporta peor que casi todos los grandes núcleos gallegos y el resultado total de Galicia, con el impacto de los municipios de menor tamaño en los que la actividad es inferior que en las ciudades, arroja cifras muy alejadas de las estatales.
Por ciudades, solo Santiago de Compostela presenta en este periodo cifras inferiores a Pontevedra. En los tres primeros meses de 2016 la capital gallega registró un incremento de la compraventa del 7,2%, en la ciudad de Pontevedra la mejoría fue del 9,8%. Claramente por encima están Vigo, con un crecimiento del 29,14%, Lugo con el 29,9% y Ferrol con un 25%. En el total gallego se registra un crecimiento del 6,7%, casi 14 puntos porcentuales menos que todo el Estado español, que marca un aumento en la compraventa del 20,66% durante el primer trimestre del año. La mayor parte de la vivienda que engorda estas estadísticas pertenece, además, al stock de los bancos, lo que supone que solo las entidades financieras salen beneficiadas al desprenderse de ella sin que genere valor en los demás sectores productivos.
La comunidad gallega ha alternado meses en los que el dato de compraventa se disparó en positivos con otros en los que descendió. Así, en abril de este año registró un 51,6% más que en el mismo mes del año pasado, pero en el mes anterior marcó un descenso del 3.1%, según los estudios del INE.
Más movimiento en A Parda
Las zonas de A Parda y la calle Eduardo Pondal son las más activas de la ciudad tanto en alquiler como en compra de vivienda, afirma Javier Tovar. "Donde ha habido más construcción, más oferta, en Eduardo Pondal y la zona de A Parda, en la Avenida Juan Carlos I, es donde hay más movimiento", comenta. Se trata de áreas con precios más asequibles que la zona centro, la más cara de la ciudad. Las inmobiliarias coinciden en apuntar al área que recoge las calles de Benito Corbal, Michelena o Barcelos, hasta la alameda, como la que exige una mayor inversión para adquirir una vivienda. Un piso de tres habitaciones en Eduardo Pondal tiene un coste aproximado de 145.000 euros, mientras que otro de similares características en la zona centro cuesta, al menos, 175.000 euros según las cifras que maneja Jorge Fernández, de Inmobiliaria Pedrosa.
