La Diputación de Pontevedra emprende un plan a largo plazo para recuperar los montes y prevenir incendios forestales. Para ello convocará en los próximos días a los concellos de la provincia, a participar en un proyecto que trata de buscar soluciones y evitar que se repita los fuegos de cada verano.

Como primera medida, el gobierno provincial ha aprobado una línea de financiación de 600.000 euros para poner en marcha este plan, según anunció ayer su presidente accidental, César Mosquera.

Con la colaboración de concellos y comunidades de montes, el gobierno provincial se propone desarrollar sistemas de prevención, diversificación y ordenación de los montes de la provincia. La idea se basa en los "parques forestales" ya puestos en marcha en el municipio de Pontevedra tras los grandes incendios de 2006, que suponen la plantación de especies frondosas y resistentes al fuego. En este trabajo "tendrán cabida todo lo que sean proyectos de diversificación, ordenación, prevención y mejora del monte" señaló Mosquera, durante el anuncio de la activación de este plan. Un proyecto que está orientado, explicó, a "ayudar a las comunidades de montes tanto en las zonas quemadas como en las que no se quemaron pero que pueden ser mejoradas", dijo Mosquera, quien avanzó que "las actuación se realizarán a través de los ayuntamientos o, en todo caso, en colaboración con ellos".

Convocatoria

Para contar con la opinión e implicación de los alcaldes, el presidente en funciones explicó que ya está trabajando para convocarlos en el transcurso de las próximas semanas. "Queremos conocer su opinión, ver cómo encajar las iniciativas y ver las actuaciones más razonables de cara al futuro" señaló Mosquera, al tiempo que anunció que "si hay iniciativas y compromiso, desde la Diputación estudiaremos la posibilidad de aumentar las cifras de esta línea para el año que viene".

Mosquera fundamentó la necesidad de este tipo de proyectos en la "situación preocupante" derivada de los fuegos de los últimos días y en el "deterioro ecológico masivo que implican, que también es de lo que menos se habla".

El objetivo, según explicó, será acometer actuaciones conjuntas "porque el fuego no entiende donde acaba un ayuntamiento y donde comienza otro", y que aseguren la ordenación y la mejora del monte de cara al futuro. Insistió en que "no se trata de hacer actuaciones puntuales que después quedan abandonadas y no valen para nada; lo que queremos es un compromiso y que se asegure una viabilidad".

Como ejemplos de actuaciones sostenibles citó proyectos que combinen monte con ganadería, u ordenaciones de zonas forestales destinadas a ser disfrutadas por la gente. Puso el foco en la necesidad de evitar actuaciones urgentes o para "salir del paso", y aseguró que "un bosque de frondosas, una vez que se consolide, le llevará su tiempo arder, pero un bosque de esas características no se consigue de un día para otro".

Fuegos menos voraces

Otro de los objetivos mencionados por Mosquera es evitar los fuegos o en todo caso conseguir que sean menos voraces y más controlables. "Se dice que los fuegos se apagan en invierno, nosotros pensamos que harán falta muchos inviernos" añadió.

Mosquera insistió en que, a pesar de que la idea es mantener el monte ordenado y cuidado y sobre todo prevenir los fuegos forestales, esta línea va enfocada tanto a zonas de monte quemado como a zonas que no ardieron pero que conviene ordenar y mejorar su gestión.

Y aprovechó su comparecencia para agradecer públicamente los esfuerzos al personal del Parque de Bomberos, de los que dijo que "trabajaron muy por encima de lo exigido". Aseguró que los efectivos del Parque de Bomberos estuvieron trabajando "al límite de su capacidad" y que incluso los trabajadores en descanso se incorporaron voluntariamente para hacer frente a los múltiples incendios.