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Los comuneros creen que el plan para el monte reincide en los errores de la política forestal

Las comunidades entienden que insiste en la visión "forestalista" que destina el terreno a producir madera -Reivindican la multifuncionalidad y la biodiversidad del medio

Los vecinos de Pontesampaio tratan de impedir el avance del fuego hacia la parroquia. // Gustavo Santos

Los comuneros, propietarios de la mayor parte del monte gallego, tienen clara la principal causa de los incendios: la política "forestalista" fomentada por todos los gobiernos de las últimas décadas, que destina el monte a la producción de madera -casi exclusivamente eucalipto-, despreciando la multifuncionalidad y la biodiversidad, que serían el mejor profiláctico contra esta lacra.

Esta política, que para los comuneros ha sido el principal caldo de cultivo del mal endémico de los montes gallegos, seguida del "negocio del fuego" creado en los últimos años en torno a la privatización de los medios de extinción, se sirve además de otros desencadenantes, como las rencillas entre vecinos, la mala praxis de algunos ganaderos, o el intento de explotar económicamente el terreno para cultivar especies forestales de crecimiento rápido.

La Xunta de Galicia se encuentra en pleno proceso de revisión del Plan Forestal de Galicia, muy cuestionado por alguno de los sectores implicados, como los propios comuneros. La Organización Galega de Comunidades de Montes está elaborando alegaciones a este plan, para esgrimirlas en cuanto se presente a debate en el Parlamento. Hasta ahora las directrices generales ya han superado la aprobación del Consello Forestal de Galicia y del Consello de la Xunta, pero será el Parlamento el que tenga la última palabra.

Xosé Alfredo Pereira, presidente de la Organización Galega de Comunidades de Montes en Man Común, indica que el Consello Forestal ha tenido en cuenta algunas de las propuestas de este colectivo para la redacción del plan forestal, si bien solo aquellas que se refieren a cuestiones más generales, como incluir la valoración del monte en el currículo escolar, o los usos del monte. No se admitieron sin embargo las cuestiones fundamentales del documento presentado por los comuneros, como la referida a la titularidad del monte -que según éstos trata de encaminarse a la privatización, esquivando la tradicional propiedad comunal que tiene en Galicia-, la gestión del monte, o las políticas de forestación.

Sostenibilidad y paisaje

Los comuneros entienden que el plan no se dirige a garantizar la sostenibilidad del monte y el paisaje gallego, o que mantiene la degradación de los suelos y la destrucción de la capacidad de retención de los recursos hídricos. "Configura un horizonte en el que los incendios forestales continuarán siendo uno de los problemas ambientales más importantes de Galicia, una quiebra severa del potencial económico del sector, un grave riesgo para las personas y los ecosistemas y una fuente eterna de gasto público", exponen en el documento de valoración del plan forestal de Galicia.

La principal organización de comuneros de Galicia considera que las directrices del nuevo plan forestal tratan de eliminar el carácter germánico de la titularidad vecinal del monte, para encaminarse a la privatización de su gestión, además de apostar por la producción de madera de bajo valor añadido, la biomasa forestal y los cultivos energéticos, o que prioriza la producción forestalista a costa de favorecer la degradación ambiental del territorio.

Para mejorar la gestión del monte y empezar a poner freno a la lacra de los incendios, los comuneros entienden que el plan forestal debería encaminarse hacia un medio rural multifuncional y sostenible, aumentando el valor añadido de los productos y las rentas intermedias que interactúan en el medio forestal, que permita la sostenibilidad de ciclos largos de producción de madera y que al mismo tiempo sustentan la biodiversidad.

Para esta organización, uno de los objetivo reales del plan es continuar abasteciendo a Ence de eucalipto en los montes gallegos. El colectivo vincula la tramitación de este nuevo plan con la reciente concesión de la prórroga a la empresa pastera en la ría de Pontevedra. El proyecto, aseguran, "supera en dos veces la superficie de eucalipto que había en 15 o 20 años" y que tiene como único objetivo "abastecer a las pasteras de Navia y Pontevedra".

Critican que desde la consellería se haya tratado de presentar la elaboración de este plan como totalmente democrático, "y es democrático en cuanto a que participan todos los que están en el consello, pero no todos los sectores implicados en el monte forman parte de esa mesa", explica Xosé Alfredo Pereira.

Los portavoces de los comuneros aseguran que diversos colectivos sociales rechazan las propuestas del nuevo plan forestal y lamentan que la política del monte de los gobiernos de la Xunta "fueron y pretenden seguir siendo totalmente forestalistas".

Hacen un llamamiento a las autoridades en materia forestal a emprender "de una vez por todas" un proyecto de futuro que trate de recuperar el paisaje de mosaico gallego, minorando paulatinamente la panorámica de grandes extensión de monocultivo de eucalipto, para ellos principal desencadenante de los incendios forestales, que se apagan, recuerdan, en invierno.

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