La Comisión de Economía e Facenda aprobó ayer la Conta Xeral de 2015 a pesar del voto en contra del Partido Popular, único grupo de la oposición que refutó el documento. Los populares acusan al gobierno municipal de "abusar de la adjudicación directa de contratos" públicos, lo que supone en su opinión "favorecer su red clientelar". La Conta Xeral recibió el respaldo del BNG, mientras que PSOE, Marea Pontevedra y Ciudadanos optaron por la abstención.

"De los 17 millones de euros que se gastaron en 2015, 3 millones se otorgaron de forma pública y abierta, mientras que 14 millones se otorgaron de forma directa o sin publicidad", aseguró el concejal del PP, Rafael Domínguez, tras la reunión de la Comisión. Las cuentas de Domínguez hacen referencia a la falta de procedimientos abiertos a los que puedan concurrir varias empresas antes de que el Ayuntamiento decida a qué empresa adjudica un contrato público.

De acuerdo con la legislación vigente no está permitido otorgar contratos públicos a través de una adjudicación directa si su cuantía supera los 60.000 euros, comentó Domínguez, pero los populares volvieron a insistir ayer en que el gobierno dirigido por Fernández Lores fracciona las facturas para poder emplear este instrumento. La concejala de Promoción e Turismo, Anabel Gulías, afirmó estar sorprendida por la reacción del PP a lo que considera un documento de carácter técnico y rechazó las acusaciones de Domínguez señalando que algunas de las partidas de la polémica tienen una adjudicación económica de cero euros.

Las cuentas de los reparos

Los técnicos municipales presentaron, según el PP, hasta 240 reparos a la actuación del gobierno local en esta materia, una cifra que Gulías redujo a 186 al explicar que entre ellas no se deben incluir los que corresponden a los entes autónomos. En cuanto a la naturaleza de estos reparos técnicos Gulías matizó que la Intervención, órgano encargado del control de las cuentas municipales, se refiere a "posibles fraccionamientos" de los que luego pide un informe que acaba con la retirada de esos reparos.

La concejala del BNG también quiso responder a la valoración de los populares sobre las adjudicaciones directas. "Lores convirtió en ordinario lo que deberían ser excepciones", insistía Rafael Domínguez al explicar que esta fórmula es contemplada en la ley como un sistema reservado para situaciones excepcionales. Para Gulías, lo que molesta al Partido Popular es que el Concello siga trabajando "con un ritmo de actividad frenético", porque, aseguró, las partidas señaladas por el PP están destinadas en su mayoría al mantenimiento de redes viarias y conceptos similares del día a día.