Xulia Lusquiños dejó preparados numerosos cubos llenos de agua en el exterior de su casa por si el fuego se aproximaba hasta ella. Además, les dio uso para refrescar el terreno cercano. "Fixemos guardia toda a noite. Isto foi apoteósico. As canas estalaban nas fincas", recuerda. En su casa, en Acevedo, viven tres personas y también cinco perros de pequeño tamaño. "Todo o pobo foi a axudar a todos", dice.