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Afonso Eiré: "Empecé a leer muy pronto a De la Riega y nunca tuve dudas de que Colón era gallego"

La teoría del origen pontevedrés, en el primer volumen de la serie "Gallegos Universales"

El periodista y escritor Afonso Eiré. // Irene Molina

"Sin estos cinco gallegos no se entiende el mundo en su tiempo, pero tampoco el mundo actual", señala Afonso Eiré a propósito de los protagonistas de Gallegos Universales, un volumen que él coordina y con el que arranca una colección con la que Hércules de Ediciones se propone repasar la influencia de los gallegos en el mundo.

-¿Qué es Gallegos Universales?

-Son cinco biografías de otros tantos personajes, cada uno de su época, que de algún modo fueron los adelantados en aquel tiempo de Galicia en el mundo. Son 5 personas que marcaron en su momento la historia a nivel universal.

-¿Resultó difícil seleccionar a los personajes para esta primera entrega?

-Fue muy difícil, este libro en principio es la primera entrega de una serie y seleccionar a los cinco principales fue muy difícil y tanto el editor, Francisco Rodríguez, como yo lo pensamos mucho, lo discutimos mucho entre los dos cuando me propuso que yo me encargase además del personaje Fidel Castro. Él tenía una idea de esto y acabamos siendo yo el coordinador y debatiendo qué personajes debían ir en este primer volumen. Mi primera idea era que tenía que ser un personaje por cada parte de la historia, por eso el primer elegido fue Prisciliano, el segundo Xelmírez, el tercero Cristóbal Colón, el cuarto Simón Bolívar y el quinto Fidel Castro. Otro reto fue escoger a las personas que podrían hacer estas biografías porque no se buscaban biografías al uso sino trabajos que contextualizasen al personaje en su tiempo y su relación con Galicia y sus gestas por el mundo, esto era más difícil porque muchas veces la historia de Galicia se hace en función de historias ajenas, de la historia española o de otras y no de la historia vista desde Galicia, y así fue como se diseñó este primer libro, se buscaban figuras claves y además cada una decisiva en su época: no se entiende el cristianismo sin Prisciliano, Europa sin Xelmírez, lo que es el mundo hoy sin Cristóbal Colón, lo que es América hoy sin dos personajes como Simón Bolívar o Fidel Castro, que cambiaron la geopolítica mundial.

-¿Se conoce de forma suficiente la influencia de Galicia en el mundo?

-En absoluto, la influencia de Galicia es una gran desconocida al igual que lo es la misma historia de Galicia, además por ciertas circunstancias, porque Galicia nunca tuvo una historia propia y muchos gallegos ni son conocidos o reconocidos como tal, como es el caso de CrIstóbal Colón, porque hay muchos intereses en apropiarse de su persona y negar que era gallego. Si vamos a la propia historia vemos que con Prisciliano pasa igual, no sabemos si es Santiago, Prisciliano, si está enterrado allí y lo que supuso en el cristianismo, pero también podemos pensar en quién sabe que el libertador de América Simón Bolívar era de ascendencia gallega y que esa galleguidad marcó su modo de ser y de hacer, como también es el caso de Fidel Castro, o quién sabe que sin Xelmírez la tan cacareada Europa no sería tal, que el constructor de Europa y del Camino de Santiago fue él. ¿Por qué el Camino de Santiago vino a Santiago y no fue a Roma o a Jerusalén? Pues por un personaje como Xelmírez, que tenía poder político para hacerlo. Son no obstante personas poco conocidas y a cuya galleguidad no se le dio suficiente importancia.

-¿No tuvo dudas de si incluir a Cristóbal Colón en esta primera entrega?

-Ninguna, empecé a leer muy pronto a De la Riega y sus descubrimientos y erudición sobre Cristóbal Colón, y siempre creí en la galleguidad de Cristóbal Colón, nunca tuve dudas, además no solo en su galleguidad sino en los intereses para que Cristóbal Colón no fuese percibido como gallego. En el libro lo que hay es una condensación, un resumen, de todos esos trabajos que hizo la Asociación Cristóbal Colón Galego y que aparecen condensados, también refutando otros intereses que hay, españoles, catalanes o genoveses, para apropiarse de esta figura que para muchos puede ser controvertida.

-Insiste en que no debe juzgarse a Colón desde los parámetros actuales

-Hay que analizar a las personas en su tiempo, no a los personajes con la visión de hoy, porque muchas veces se incurre en eso, se los quiere traer a la actualidad y no, los personajes son de su tiempo, se relacionaban con otros personaje de su tiempo y con parámetros de su tiempo. Algunas veces parece que queremos que obraran como nosotros lo haríamos, con nuestros conceptos morales de hoy y eso no puede hacerse, a los personajes hay que situarlos en su tiempo, actuando en su tiempo y frente a otras personas y otros intereses de su tiempo.

-Usted firma el capítulo referido a Fidel Castro ¿qué cree que va a sorprender más al lector?

-Hay una cosa que es la percepción que tiene Fidel de ser gallego, Fidel se considera gallego, como su hermano Raúl se considera gallego. La diferencia de esta perspectiva parte de que yo sí que traté a Fidel, lo conocí y hablé con él, con lo cual es una perspectiva diferente porque no tienes que ir solo a fuentes históricas y documentos sino que hablo en primera persona, de modo real.

-¿Cómo fue su primer encuentro con Castro?

-Yo estaba con Roberto Robaina, que posteriormente sería ministro de Asuntos Exteriores, eran las 3 de la madrugada y estaba en el hotel Nacional en La Habana, había ido al Congreso Mundial de la Juventud, vino Roberto Robaina y me dice que está allí el comandante y que quiere verme. Claro, imagínese yo a las 3 de la madrugada que me iba a creer eso (risas) y, claro, no quería ir, tuvo que venir dos veces Roberto a buscarme, la segunda vez ya enfadado, y Fidel le dijo "mira cómo somos los gallegos, seguramente tenía algo más interesante que hacer" (risas). Y fíjese que dijo "mira cómo somos".

-¿Cómo es el comandante en la corta distancia?

-Encantador y con una memoria prodigiosa, yo estuve allí 3 meses, además esperando por una entrevista que al final no logré hacer, bueno, Wolfe estuvo 6 meses esperando por una entrevista con Fidel hasta que la hizo, estuve allí, también visité a Raúl Castro, les había llevado regalos de su familia y cuando Fidel vino a Galicia ya habían pasado años, como ocho o diez, de mi visita a Cuba, pues cuando Fraga nos está presentando a la distinta gente que estábamos invitados Fidel le dijo "no, este ya lo conozco, es un periodista, es Afonso Eiré", pues no solo se acordaba de mi sino también de mi nombre, que es algo que me alucinó, su gran memoria y también que hablas con él y ves que recuerda todo, tiene datos de todo y referencias de todo. Cuando fueron allá los de Láncara él les dice "no, yo soy de Láncara, ustedes no me tienen que nombrar nada, que yo soy de allí".

-Porque algunas voces negaban la ascendencia gallega.

-Sí, incluso en el exilio se negaba que el padre de Fidel fuese de Láncara, eso está en libros. Y otra cosa es todo lo que se dice sobre el padre de Fidel y que es mentira, lees en libros cosas como "esa montaña bruta donde nació el padre de Fidel y que forjó su espíritu", pero qué montaña bruta si Láncara es un valle maravilloso, un vergel, esas mentiras abundan. Es muy bonito cómo el padre de Fidel reproduce allí un poco hasta la casa natal, que claro, tenía cuadras abajo, así que él se hizo una casa al estilo de Galicia, pues muchos libros ponen verde diciendo "y vivían con las gallinas y los cerdos abajo, como animales" (risas), pura utilización y deturpación de la imagen de Galicia para utilizarla contra Fidel y sobre todo contra su padre, hablando de "una montaña agreste" donde nació su padre, cuando curiosamente en Láncara hay una isla, que se llama Cuba, donde se dan por ejemplo palmeras.

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