La sesión plenaria celebrada en Sanxenxo aprobó por unanimidad el convenio con el Concello de Meaño para dar solución al saneamiento del polígono industrial, aunque el debate suscitó el primer cruce de acusaciones y reproches de la noche entre oposición y gobierno local.

Telmo Martín echó de menos un proyecto valorado de la obra, el coste de las expropiaciones de los terrenos por los que transcurrirá el saneamiento y la disponibilidad económica del aval incautado en su día a la empresa urbanizadora. "Si hai que expropiar, botamos dous anos máis con esto e o polígono segue sin data para recepcionarse", argumentó Telmo Martín.

Fue el portavoz del gobierno, David Otero, quien le pidió que no se adelante a los problemas y que confíe en que tal vez no sea necesario recurrir a la expropiación. "Vostede expresa unha petición ou un desexo cando fala de novos retrasos no polígono?", preguntó David Otero que recordó que el área industrial lleva muchos años parada y que el tripartito presenta un convenio 14 meses después de su toma de posesión. "Falar para o aire está moi ben. Mentras vostede o fai nós traballamos dentro da legalidade".

Del debate surgieron nuevos datos sobre este convenio. Por ejemplo, que tiene un coste de unos 600.000 euros, de los que el 75% lo asume Sanxenxo, a través del aval incautado, y el 25% el Concello de Meaño ya que aprovechará la obra para realizar la senda fluvial paralela al río.

El convenio deberá ser refrendado ahora por el pleno de Meaño y conseguir los diferentes permisos sectoriales antes de que comiencen las obras.

Cultural de Vilalonga

Por unanimidad también se aprobó la moción del PP que abrió el debate sobre el local de la Cultural, en la que instaba al alcalde a poner a disposición de esta asociación de Vilalonga unas instalaciones dignas.

Salió a relucir el preacuerdo firmado por Gonzalo Pita con el propietario del local cuando éste era candidato de SAL. El hecho de que parte de ese local había sido embargado en el momento de aquella firma y el precio de la opción de compra, 800.000 euros.

El debate aclaró algunas cosas. Por una parte el alcalde se reafirmó en las cuatro opciones ya planteadas la semana pasada a la Cultural y por otro, Telmo Martín, se mostró contrario a la compra del local actual, por considerar que su deterioro es muy notable y se negó a que el Concello pague 2.500 euros de alquiler por las instalaciones actuales, precio exigido por el propietario.

"Con este tema metéronlla doblada, pagou a novatada. Foi un erro de bulto", le espetó Telmo Martín a Gonzalo Pita. Pero Vanessa Rodríguez Búa, en una intervención posterior, le respondió recordándole que "a vostede tamén lla meteron doblada na Cidade Deportiva, donde aceptou unha parcela hipotecada como cesión pública sen facer comprobación algunha".

El llanto de María Deza

El PP presentó una moción, también aprobada por unanimidad, solicitando el asfaltado y la dotación de servicios en un camino en Buezas, Nantes. Un vial que no está inventariado como público, hecho que suscitó las críticas del portavoz del BNG, quien reprochó a María Deza que en su época como concejala de Urbanismo se hubiesen concedido muchas licencias "con dudosa titularidade nos viais".

Pero la edil popular interpretó estas palabras como un ataque y comenzó su réplica diciendo que estaba "harta" de unas acusaciones que parecían un "acoso y derribo" a su persona. Poco a poco fue alterándose hasta romper en un llanto que duró varios minutos y que hizo que su jefe de filas, Telmo Martín, saliese en su defensa. Llamó a David Otero "falso e sinvergonza" y le instó a acudir a la Fiscalía si tenía pruebas de algo. Más tarde se disculparía con el portavoz del gobierno por utilizar esta terminología.

La única moción que no logró unanimidad, pero se aprobó con los votos favorables de toda la oposición, fue la que abordaba el tema de la seguridad durante la movida nocturna y en la que el PP pedía que fuese el alcalde quien asumiese el control sobre el dispositivo de seguridad que se organice en Sanxenxo para frenar el vandalismo y el desmadre de noche.

Vanessa Rodríguez recurrió a la "memoria histórica" y se remontó al año 2002 tirando de hemeroteca para demostrar que los problemas de botellón y altercados no son nuevos en Sanxenxo. "La situación no es idílica, lo reconozco, pero tampoco es tan dramática como ustedes se están empeñando en hacer ver", adujo.

Cargó contra la Subdelegación del Gobierno, que este año envió a Sanxenxo un 80% menos de efectivos que en julio de 2015, a pesar de que la población que ha elegido esta localidad como destino vacacional se incrementó un 10% el mes pasado. Y ofreció datos. Dijo que el número de denuncias, en la comisaría de la Policía Local y en el cuartel de la Guardia Civil, por altercados se redujo considerablemente con respecto a 2015. Habló de un Plan de Ajuste, consecuencia de la política económica del PP, como uno de los problemas que impide al Gobierno cubrir las dos vacantes por jubilación registradas en la Policía Local.