Tras las fiestas, la asociación de vecinos Santa María tratará de retomar las conversaciones con el gobierno local sobre el asunto del botellón y las peñas. Si bien los vecinos de este barrio destacan que los participantes en la fiesta de este fin de semana han sido más cívicos que otros años, ya que no se han registrado daños importantes, los vecinos critican la "incoherencia" de esta fiesta, que en su primer día no tuvo relación con el programa taurino ni con las fiestas de A Peregina. "Es un simple botellón", como concluye la portavoz vecinal de Santa María, Pilar Señoráns.

"No entendemos el porqué de esta fiesta, está claro que los jóvenes tienen derecho a divertirse, pero los vecinos no entendemos la justificación de unas concentraciones de peñas en la calle sin toros, sin Peregrina, sin nada", explica la portavoz vecinal. Señoráns matiza que los vecinos no se oponen a las peñas "porque sí", pero sí demandan cierta coherencia en los festejos.

La asociación vecinal pedirá una reunión con los responsables del gobierno local tras las fiestas para tratar de conciliar una solución a este problema, que cada año se repite sin que a la siguiente edición se aplique ninguna mejora.

Los directivos de la asociación Santa María quieren preguntar al gobierno local qué justifica la permisividad municipal con este "botellón" que no acompaña a ningún festejo y que, además de molestar a los residentes del centro histórico también afecta a los establecimientos de hostelería, patrimonio público y al turismo.