A pesar de que hoy no habrá corrida de toros en la plaza de San Roque, las "peñas" taurinas podrán concentrarse igualmente en las calles y plazas de Pontevedra para celebrar el ya tradicional "macrobotellón" que los primeros fines de semana de agosto acompaña a la feria de A Peregrina. El Concello dará permiso a la concentración de estas peñas en la calle, como una excepción del reglamento de convivencia en espacios públicos que prohíbe el consumo de alcohol en la calle.

Esta excepción se basa en que el gobierno local ya considera la celebración de "peñas" una fiesta en sí misma, sin necesidad de que se programen al mismo tiempo festejos taurinos. La excepción a la norma que prohibe beber alcohol en las calles se encuentra precisamente en las fiesta populares -además de las terrazas de bar autorizadas-, con lo que considerando las "peñas" juveniles una celebración festiva tradicional de la ciudad, ya se puede aplicar la prerrogativa.

El gobierno local da así el espaldarazo a las "peñas", como una fiesta totalmente asentada entre la juventud pontevedresa.

Será la primera vez que se concentren las peñas taurinas sin evento taurino en el coso de San Roque y la aceptación del "macrobotellón" del primer fin de semana de agosto podría consolidarse así en el calendario festivo del verano pontevedrés.

Para el gobierno local, la distinción entre festejos taurinos y "peñas" permitirá que ambas sean consideradas excepcionalidades de la ordenanza antibotellón, que permite beber en la calle durante las fiestas populares.

Miles de jóvenes podrán salir de nuevo a las calles ataviados con los tradicionales atuendos de peñista, para concentrarse en los espacios públicos y beber alcohol, en una gran parte.

Controversia

Esta fiesta genera cada año una controversia en el centro histórico y sus aledaños, ya que para los negocios de hostelería esta fiesta les suponen pérdidas "incalculables" mientras que para los vecinos el "macrobotellón" causa daños sobre el patrimonio histórico y las viviendas particulares, así como molestias para los vecinos, costes sociales en seguridad y sanidad, además de perjuicios para la salud de los propios participantes.

La fiesta de las "peñas" ha colmado la paciencia de los hosteleros y los vecinos del centro histórico de Pontevedra en los últimos años, que a través de las asociaciones Hosteleros y Empresarios de Pontevedra y Santa María han reclamado al gobierno local que ponga freno a los desmanes de esta actividad.

La ordenanza antibotellón de Pontevedra, aprobada en 2008, establece como excepciones fiestas populares como las "peñas" taurinas. Pero tanto para hosteleros como para residentes no se debe aplicar esta excepción a al descomunal "macrobotellón" en que se ha convertido la fiesta de peñas, que a juicio de este colectivo solo supone perjuicios, también para los participantes de la fiesta.

"Hosteleros y Empresarios de Pontevedra" recuerda que en los fines de semana en los que se permite este "macrobotellón" juvenil, los locales dejan de ingresar miles de euros cada día, precisamente en unas fechas en las que podrían hacer las mejores cajas del año, si turistas y vecinos pudiesen acceder con normalidad a las calles y plazas del centro histórico.