Este año las fiestas en honor de la Virgen Peregrina harán historia en Pontevedra, ya que la imagen que la representa estrenará manto el día grande, el 14 de agosto, cuando tienen lugar la misa y la ofrenda.

La Cofradía del Santo Refugio de la Divina Peregrina presentó ayer el atuendo, en una capilla llena con parte de los numerosos turistas que estos días visitan la ciudad. Se trata de un atuendo en color azul y con bordados y fleco en dorado que ha sido restaurado para esta ocasión.

La pieza tiene una antigüedad de unos 150 años y lleva cerca de medio siglo sin salir en procesión, debido a que su estado no lo hacía aconsejable. Ahora, y a iniciativa de la cofradía, la Virgen podrá "reestrenar" este manto que ya se ha convertido en noticia.

La encargada de llevar a cabo este laborioso trabajo ha sido Nati Fontán, una modista de Tomeza que lleva trabajando sobre la pieza desde el pasado mes de septiembre.

"Esta es la segunda restauración que se le hará al manto, ya que la primera tuvo lugar a finales de los años veinte del siglo pasado y fue realizada por 30 monjas del Convento de Santa Clara", aclara Ignacio Landín, vicepresidente de la cofradía, que ayer estuvo en la presentación oficial a los medios de comunicación. Le acompañaron una vocal del colectivo, la modista y la camarera mayor de la Virgen Peregrina, Marucha Marescot.

De la pieza original del manto se han recuperado los bordados y el fleco, en color oro, unas auténticas reliquias teniendo en cuenta la antigüedad del manto. La pieza del fondo, de color azul, había sido donada en su momento por Bernardo López y era de raso. "Era la tela que él había utilizado para los tapizados de su casa. La que le sobró la donó a la Peregrina, que se utilizó en el manto", explica Landín.

Ahora, ha sido la propia cofradía la que ha adquirido con sus fondos una nueva tela, ya que era la que, básicamente, se hallaba en mal estado. Es de muaré.

"El manto era el que estaba estropeado. Aproveché los bordados y el fleco para la nueva tela", dice Nati Fontán, que además de restaurar el manto ha hecho de cero el bolsito que portará la Virgen y la capelina del niño Jesús. "Es muy laborioso volver a colocar los bordados, porque con cualquier mal movimiento se estropean", recalca.

Esta restauración, cuyos gastos han sido asumidos por completo por la cofradía, también ha contado con la aportación desinteresada de otras familias devotas de la Virgen. Es el caso de la de María Prieto Cervera-Mercadillo. Ella ha hecho con todo el cariño, y con una gran similitud con el manto, el gorrito que lucirá la Peregrina estas fiestas. "Queremos agradecer esta colaboración", insiste Marucha Marescot.

La Virgen será vestida la noche anterior a la ofrenda, que tendrá lugar el próximo 14 de agosto. Ese día ya se le podrá ver el manto sobre los hombros en la misa de las 12 del mediodía.

Marucha Marescot es quien decide el momento en que hay que vestir a la imagen y cuándo hay que retirarle el manto nuevo. En este caso, asegura, lo llevará puesto hasta el 8 de septiembre como mínimo. Será colocado sobre el de color champán que la Virgen luce durante todo el año en el altar y que fue donado por el torero Ángel Teruel en el año 1973.

La Peregrina cuenta con más de una docena de trajes cosidos a mano. "Tengo toda la ropa del niño hecha por mi madre", indica la camarera mayor, que agradece la colaboración espontánea de los fieles de la capilla. "Mi familia trabajó mucho para hacer las capitas que los niños lucen en la procesión, porque el hecho de que fuesen propiedad de la cofradía era muy importante", considera.

El manto azul y dorado ha estado guardado durante todo este tiempo en la capilla. "Dicen que es mejor que esté en un sitio llano y no colgado, debido a los bordados", informa Ignacio Landín.

Un museo recién abierto

El estreno de este atuendo no es la única iniciativa que ha tenido la cofradía este año. Recientemente, ha estrenado su primer museo, en el segundo coro de la capilla, en el que se exponen fotografías, cuadros y otras piezas como una concha gigante donada por Casto Méndez Núñez al santuario o las piezas del primitivo reloj, ya que el que está en funcionamiento actualmente pertenece al Concello de Pontevedra. En lo que va de año ya han sido más de 2.000 las personas que han subido por la escalera de caracol del interior del edificio para admirar su planta en forma de concha de vieira.