La salud de la octogenaria asaltada y agredida en la madrugada del pasado sábado por dos encapuchados en la parroquia pontevedresa de Lérez ha empeorado en las últimas horas, según señalaron familiares de la víctima a los vecinos.

Si bien en un primer momento llegó a ser trasladada desde la UCI del Hospital Montecelo a una habitación de planta, una recaída en su estado motivó que esté siendo atendida en cuidados intensivos por un edema pulmonar.

Los vecinos de la mujer han expresado su indignación por el "ensañamiento" con el que actuaron sus atacantes ante una persona "sola e indefensa", ya que los golpes le fracturaron cuatro costillas, motivando que la intervinieran quirúrgicamente para extirparle el bazo.

En el lugar de Ramallás, donde se produjo el suceso, esperan que la investigación de la Policía Nacional de Pontevedra acabe con la identificación y detención de los autores de lo que han calificado como una "desgracia".

La Brigada Judicial de la Policía Nacional sigue tomando declaración a los habitantes de Ramallás para que aporten información que pueda resultar útil a los investigadores. A la vez, se espera el resultado de las pruebas tomadas en la vivienda donde tuvo lugar el asalto, cuyo principal móvil podría ser el robo. De la obtención de huellas y ADN podrían surgir avances en las pesquisas, han señalado fuentes policiales.

Entre los testigos que han declarado, un vecino ha asegurado que en la tarde anterior al suceso observó la presencia de dos hombres a los que "no pudo ver la cara", ha señalado un familiar, y que "no le gustó la pinta que llevaban".

También ha trascendido que la víctima de la agresión había acudido a retirar dinero "ese mismo día" y que ya fue por la noche cuando accedieron a su domicilio, por lo que "da la sensación de que la habrían seguido".

Como consecuencia de este incidente, varios comerciales de empresas de seguridad se han desplazado a Lérez para vender sistemas de alarma a los habitantes de la parroquia.