La aclaración del misterio que rodea al cráneo humano que fue localizado el pasado jueves en Tafisa está ahora en manos del Instituto Anatómico Forense de Pontevedra, cuyos técnicos trabajan en determinar todas las características posibles del cadáver, en especial el sexo, y también en la extracción, si es posible, de alguna muestra de ADN que se pueda cotejar con bases de datos de desaparecidos.

Son, por el momento, los principales trabajos policiales y de investigación que se llevan a cabo en estos momentos en torno a este macabro hallazgo. Si finalmente se dispone de ADN se podrá comparar con el listado de personas desaparecidas en toda España, principal linea por el momento de las pesquisas, sin descartar otras hipótesis, según explicó ayer la Comisaría. Las fuentes consultadas apuntan que "aún es pronto" para disponer de datos fiables sobre ese hueso y se recuerda que en el último caso parecido, ocurrido en marzo pasado en Bora, fue necesario un mes para certificar a quien pertenecían el cráneo y otros restos óseos localizados cerca del río Lérez. Finalmente correspondían a un vecino de Estribela desaparecido en 2012.

El cráneo que ahora es objeto de análisis forense fue localizado el jueves en una de las parcelas de la urbanización de la antigua Tafisa, a escasos metros de una de las aceras. No estaba enterrado ni oculto entre la maleza, sino depositado sobre la hierba, sin restos de suciedad. Tampoco presenta golpes u orificios.

Fue encontrado por una mujer que paseaba por la zona y enseguida dio aviso a la Policía Local, cuya sede está cerca del lugar. Después el caso pasó a manos del juzgado de guardia y de la Policía Nacional, que decretaron una inspección exhaustiva de toda la finca por si había más huesos, con resultado infructuoso. Este es una de las incógnitas del caso, saber cómo pudo ir a parar a los terrenos de Tafisa un cráneo limpio y sin marcas, sin ningún otro hueso. Por ello, se apunta la posibilidad de que alguien lo depositara allí a propósito.