La Policía Nacional ha abierto una investigación para tratar de esclarecer las circunstancias que rodean al hallazgo accidental de un cráneo humano en una de las parcelas de la urbanización de la antigua Tafisa. El hueso no presenta signos externos de violencia, ni orificios ni golpes, por lo que las primeras lineas de las pesquisas se dirigen hacia una posible desaparición en lugar de alguna acción violenta, aunque sin descartar por el momento ninguna hipótesis dado que la investigación aún está en su fase preliminar.

De entrada, han comenzado ya a revisarse las bases de datos y listados de personas desaparecidas para disponer de datos que permitan identificar los restos, mientras el Instituto Anatómico Forense de Pontevedra realiza los análisis pertinentes. Por el momento incluso se desconoce si pertenecía a un hombre o a una mujer.

Según indicaron fuentes oficiales de la Comisaría, el cráneo fue localizado el jueves pasado por una vecina que pasaba por la zona. Se baraja la posibilidad de que alguien lo depositara allí a propósito ya que no estaba enterrado ni oculto entre la maleza, sino colocado sobre la hierba y a la vista. De hecho, todo apunta a que llevaba al menos varios días en el lugar ya que la Policía recabó el testimonio de otras personas y una de ellas explicó que ya había visto el cráneo con anterioridad, pero lo confundió con un balón deshinchado abandonado en la finca, por lo que no dio más importancia al hallazgo.

Tras la localización del cráneo, la Policía, agentes de la Policía Científica y forenses acudieron en la mañana de ayer, con autorización judicial, a realizar un análisis exhaustivo de toda la finca y sus alrededores. Con ayuda de Protección Civil se procedió a retirar toda la maleza del terreno con el fin de localizar otros huesos, pero después de revisar un amplio trecho no aparecieron más, lo que acrecienta la hipótesis de que el cráneo fue colocado allí a propósito.

La mujer que encontró el hueso dio aviso en primer lugar a la Policía Local, cuya sede se encuentra muy cerca de los terrenos de la antigua Tafisa, pero ya por la noche se dio traslado del asunto a la Policía Nacional y al juzgado, que se hicieron cargo de la investigación, que no solo trata de esclarecer la identidad y las posibles causas del fallecimiento, sino también como pudo llegar a ese lugar.

Precedente en Bora

Este caso recuerda a otra aparición parecida de huesos, ocurrida en marzo pasado en Bora y que se esclareció un mes después, si bien entonces aparecieron varios, entre ellos un cráneo y un fémur. También se apuntó a un posible desaparecido y realizaron pruebas de ADN que previsiblemente también se lleven a cabo en este caso.

Los restos óseos hallados hace cuatro meses en la ribera del Lérez, a la altura de la parroquia de Bora pertenecían a Carlos Calvar Castro, un vecino de 41 años del barrio de Estribela, en Pontevedra, cuya desaparición fue denunciada por la familia el 24 de enero de 2012. Cuando el pasado 24 de marzo aparecieron estos restos y se confirmó casi de inmediato que pertenecían a un varón, la Policía Nacional barajó la posibilidad de que se tratase de Carlos Calvar como unas de las principales hipótesis. El lugar del hallazgo está relativamente cerca de la zona en la que fue visto por última vez (el Hospital Montecelo) pero hubo que esperar a la confirmación a través del ADN, dado que disponían ya de un perfil genético vinculado a esta persona en la base de datos de desaparecidos. Ahora se podría realizar un proceso parecido.