Menos de lo que cabe en una lata de refresco de 33 centilitros. Es la media de lluvia diaria que ha caído este mes en Pontevedra. Desde el 1 de julio hasta ayer, la estación meteorológica de Campolongo ha recogido un total de 7,3 litros por metro cuadrado, y la mayor parte de esas precipitaciones se concentró en una sola noche, la del día 18, con 5,3 litros.
Después de un primer semestre del año en el que la lluvia fue la completa protagonista de la climatología, alcanzándose registros poco conocidos en los últimos años, la entrada de la estación veraniega, a finales de junio, marcó un radical cambio de tendencia, que ya se vislumbró aquel mes, pero se ha certificado de forma absoluta en julio. A la total falta de precipitaciones se suma además la sucesión de olas de calor que mantienen el termómetro por encima de los 30 grados casi a diario.
La cifra de poco más de siete litros de lluvia, cinco veces menos de lo normal en este mismo periodo en la ciudad, convierte a este mes en el julio más seco, y con diferencia, de la última década. Hay que remontarse a julio de 2006, once años atrás, para encontrar unos registros menores. En aquella ocasión, Meteogalicia contabilizó apenas 3,2 litros en todo el mes, preludio además de la terrible oleada de incendios que arrasó buena parte de los montes de la comarca durante agosto. Desde entonces, la media de chubascos en julio fue de 35 litros.
Esta sequía, que ya ha provocado alerta en algunos municipios por las dificultades para garantizar plenamente el suministro de agua a los vecinos (en Moraña ya se dictó un banco aconsejando que se deje de utilizar el servicio municipal para consumos no domésticos como lavar el coche o llenar la piscina), se produce, curiosamente, después de un primer semestre en el que se superaron las cifras de lluvia de años enteros anteriores.
Con más de 1.570 litros recogidos de enero a junio, la primera mitad del año se puede considerar entre las más húmedas de los últimos tiempos, con meses especialmente intensos como enero y febrero (463 y 385 litros respectivamente), una tendencia que siguió en marzo (228) y abril (256), para llegar a los 184 litros en mayo y los 61 en junio. A partir de ahí, cielos azules y, sobre todo calor, y en exceso.
El balance provisional de Meteogalicia señala que la temperatura más alta registrada este mes hasta ahora fue el pasado día 24, domingo en pleno puente del Apóstol, con 36,4 grados en la estación de Campolongo. Pero esos niveles son los que se alcanzan casi de forma diaria desde hace días. Las previsiones apuntan a que podría haber una suavización a corto plazo pero se atisba otro refuerzo del anticiclón para la próxima semana.
