Heinze abandonó el Real Madrid en el verano de 2009, tras solo dos temporadas en el club. El lateral y central argentino nunca destacó por su talento, sino por su raza. Unos años antes, otro defensor del margen contrario del Río de la Plata sonó para vestir la camiseta del club blanco, el uruguayo Diego Lugano. Nunca ocurrió, no llegó a jugar en España, pero su tocayo sí. El otro Heinze y el otro Lugano patrullan los montes en la lucha contra incendios en todo el sur de Galicia. En cuanto a raza nada tienen que envidiar a los futbolistas, aunque los veinte kilómetros que recorren al día para certificar la seguridad en la provincia son más de los que los Heinze y Lugano del balón jamás corrieron en partido alguno.

Caballos españoles de "alzada considerable", ambos forman parte de la Unidad de Caballería de la Policía Nacional, encargada de prestar apoyo a la operación Lume en la lucha contra los incendios y de garantizar la seguridad de los peregrinos en el Camino de Santiago. Alguien con un particular sentido del humor bautizó a estos corceles, por eso el subinspector Jacinto González, responsable de la unidad, sonríe cuando le preguntan sus nombres. Incendiario es el oxímoron que completa la estampa. También él, con su nombre a cuestas, se asegura de que los fuegos no prenden y la yegua, Heredia, es de las que repite respecto a la campaña del año pasado.

Desde el pasado 14 de julio surcan los montes y tramos del Camino, lo harán hasta el 31 de agosto. Su trabajo cotidiano comienza con un viaje en camión a la zona marcada esa semana por la Jefatura de los cuerpos de seguridad del Estado para su vigilancia. Una vez allí, los seis caballos de la zona sur de esta unidad, que se ocupan de las provincias de Pontevedra y Ourense, realizan su labor de patrulla habitual. Hasta ahora lo han hecho sin demasiados sobresaltos, el subinspector González destaca que no ha habido incidentes en lo que va de verano. La máxima preocupación de los caballos ha sido sonreír para la foto. "Los peregrinos lo que más hacen es pararse a sacar fotos, porque se nos ve mucho y sorprende", comenta jocoso. Por si acaso, están entrenados desde su nacimiento para afrontar situaciones en las que abunde el humo, la música, las bengalas o incluso el ruido de disparos. Si todo fuera bien no tendrían que echar mano de estas destrezas ni de las futbolísticas, pero para eso están ellos, para que todo vaya bien.