Toda la legislatura. Es el tiempo que llevan abiertas las negociaciones para fusionar las tres escuelas públicas de Enfermería del sur de Galicia en un solo centro y que pasaría a manos de la Universidade de Vigo. Esta aseguraba hace más de un año que el proceso estaba "bastante avanzado" y que preveía cerrar el acuerdo antes de que acabara 2015. Hoy se limita a señalar que está "a la espera" de la Consellería de Sanidade, sin dar más explicaciones sobre la demora. El departamento autonómico, por su parte, no ofrece explicaciones.
Las escuelas de Pontevedra, Vigo y Ourense, que iniciarán un nuevo curso disgregadas, están adscritas a la Universidade de Vigo y, de hecho, sus grados están en su ranking de los diez más demandados. Pero la institución académica solo concede el título a sus alumnos, en base a un plan de estudios común. No se hace cargo ni de la financiación ni del personal o la infraestructura. Las de Vigo y Ourense pertenecen a la Consellería de Sanidade y están ubicadas en dependencias hospitalarias -Meixoeiro y Santa María Nai-. La de Pontevedra, en el Hospital Provincial, un edificio de la Diputación.
La integración, una vieja aspiración de la Administración provincial y del Sergas supone traspasar íntegramente la gestión de los grados a la universidad, fusionándolas en un centro independiente, con un mismo equipo directivo, pero con la docencia descentralizada en los tres campus. El profesorado actual pasará de ser asociado a pertenecer a la institución académica, que se encargará de sus nóminas y su selección.
Las conversaciones para lo que, en un primer momento se denominó la "Facultad de Enfermería de Galicia sur", comenzaron a mediados de 2012. En mayo de 2015, la vicerrectora de Organización académica y de profesorado, Ana Graña, garantizaba que las negociaciones estaban "bastante avanzadas" y que preveía que el acuerdo se sellara en los siguientes meses. "Antes de que termine 2015", indicó. Sin embargo, no fue así y ni la universidad ni la Consellería de Sanidade explican los motivos de la demora que lleva a las escuelas a estar disgregadas otro curso más. La primera se limita a señalar que está "a la espera" de la segunda. Fuentes acreditadas indican que, aunque el asunto está sobre la mesa, no es previsible que un acuerdo tan complejo se resuelva antes de las autonómicas.
Entre los tres , suman 300 alumnos. El principal cambio que percibirán los estudiantes es que, además de que tendrán la sede en el correspondiente campus, las clases teóricas también se trasladarán a estos. En el caso de la escuela de la ciudad olívica, esto ya pasa en los primeros cursos. Ante la falta de espacio suficiente en el Meixoeiro, la Facultad de Económicas le ha cedido cinco aulas para el primer curso y parte del segundo. Este desplazamiento a las instalaciones académicas no supondrá la construcción ni habilitación de ningún edificio para albergarla. Se aprovecharán los existentes.
Para las prácticas, que suponen el 36% de los créditos del plan de estudios de este grado, se mantendrá un convenio con los hospitales de referencia.
