La elaboración de un nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) que reemplaza al obsoleto documento de 1999 no deja de abrir una brecha entre el gobierno local y toda la oposición. La comisión de trabajo creada en octubre, con el rechazo del BNG, para tratar de agilizar este proceso, cerró ayer estos nueve meses de trabajo con unas conclusiones que volvieron a dejar patentes esas diferencias.

Los dos concejales nacionalistas, Demetrio Gómez y Anabel Gulías, abandonaron la comisión de ayer sin que se llegara a votar ese documento final, que insiste en la necesidad de elaborar un nuevo Plan e insta al gobierno local a "contratar, sin dilación" esa labor. El BNG considera que estas conclusiones "no son serias" y se da por hecho que desoirá por completo las peticiones de la oposición, que en bloque lamentó esta actitud de un equipo de gobierno "que no acaba de asumir que no tiene mayoría absoluta y está obligado a dialogar con la oposición", según coincidieron en señalar los portavoces de PP, PSOE, Marea y Ciudadanos. La votación del documento se pospone un mes, hasta el 30 de agosto, a la espera de que el BNG "recapacite", según la presidenta del grupo de trabajo, María Rey.

Esas conclusiones, aceptadas por todos salvo el BNG, cuentan con el respaldo también de los colegios de arquitectos y aparejadores, Aempe y Jóvenes Empresarios y recuerda que los trabajos realizados entre 2004, cuando se contrató la redacción del PXOM, y 2010, cuando quedó aparcado por las diferencias entre el Concello y la Xunta, costaron al menos 800.000 euros, y que el gobierno local nunca llegó a entablar negociaciones con el ejecutivo gallego para resolver las discrepancias. Tras apuntar que el plan actual es el más antiguo de las grandes ciudades, se subraya que hay una total falta de suelo industrial y para construcciones de licencia directa, y genera "inseguridad jurídica" por no estar adaptado a las últimas leyes urbanísticas gallegas.

María Rey actuó como portavoz de sus compañeros de corporación para subrayar que Pontevedra "necesita un modelo económico y de transporte y no solo estético, como ahora", por lo que el acuerdo de todos, salvo el BNG, es "retomar sin dilación la redacción y aprobación del nuevo PXOM", con la contratación de "los trabajos de adaptación del documento actual a la nueva Lei do Solo de Galicia". Todo ello acompañado de la "redacción urgente de un nuevo Plan para remitirlo a la Xunta" para su informe previo a la aprobación.

Además, se considera necesario mantener una reunión de trabajo con la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio y la Secretaría Xeral de Urbanismo "con la finalidad de conocer de primera mano la posición de la Xunta sobre este asunto, y encontrar, mediante el diálogo, solución a las discrepancias políticas actuales, en concreto la calificación de los terrenos que ocupan Ence y Elnosa, ya que el gobierno local rechaza de plano que se mantengan como industriales, como exige la Xunta.