Ramallo destaca que "el Puerto de Marín está funcionando muy bien" pero insiste en que todo obedece a "una competencia legalmente establecida entre puertos y en consecuencia las compañías deciden operar donde las condiciones que les ofrecen otras empresas sean mejores". "La actividad está perfectamente regulada y entendemos que se quiera dar la imagen de que se defiende algo, pero al final las ofertas privadas suelen mandar en los tráficos", añade.

La alcaldesa, al igual que Suárez Costa y López Veiga, es un cargo del PP y quiere "huir del debate político" pero sí apunta que "investiguen lo que quieran y se haga el seguimiento que se desee, pero a todos, al Puerto de Vigo también, con los mecanismos habituales de control de cualquier empresa pública".

Cree que Vigo "no estaba acostumbrado a perder tráficos", de ahí la reacción con la marcha de Maersk pero apunta que su única preocupación es que "el Puerto siga su escala ascendente (en 2015 logró su récord de mercancías, con más de dos millones) y logre unos excelentes resultados para generar riqueza en nuestro entorno, que es lo verdaderamente importante, porque otras polémicas no conducen a nada más que a querer confrontar y en Marín vamos a lo nuestro y a trabajar por ofrecer y poder dar los mejores servicios".