Todas aquellas empresas que deseen lanzar al mercado una línea de artículos elaborados exclusivamente con productos ecológicos, deberán obtener la certificación MSC, una ecoetiqueta que avala la utilización de estas elaboraciones que contribuyen a mantener la productividad e integridad de los ecosistemas marinos y forestales.

Para encarrilar el proyecto, la empresa deberá pasar por una serie de fases que comienzan con la solicitud de inscripción y la posterior visita de Craega a las instalaciones para ver si la tierra tiene residuos o pesticidas o si, por el contrario, puede considerarse terreno ecológico. Después, se abre un expediente y comienza el período de conversión, que suele prolongarse durante dos años tanto en el sector de la agricultura como en el de la ganadería. Durante este tiempo, ningún negocio podrá vender su producto y la asociación realizará una visita anual a las instalaciones para ver cómo marcha el proceso. La última fase, consiste en que Craega expide un Certificado de Conformidad que indica que la producción es totalmente ecológica. El secretario apuntó que es muy importante tener esto en cuenta ya que todos los que vendan productos de este tipo sin certificado, están cometiendo un delito de fraude.