La Policía Local de Sanxenxo cuenta desde ayer con un nuevo equipo para la realización de controles que permitan detectar el consumo de drogas en los conductores. El resultado positivo en esta prueba está penado con una multa de 1.000 euros y seis puntos menos de carné. En casos extremos puede suponer un delito para el que el Código Penal contempla penas de prisión de entre tres y seis meses y retirada del permiso de conducción en un periodo que puede ir de uno a cuatro años.

Los cuerpos de seguridad locales únicamente contaban hasta el momento con el equipo necesario para realizar los tradicionales tests de alcoholemia, ahora añadirán a esta prueba el test antidrogas. Emplearán este aparato de detección en cuatro supuestos, según detalló ayer el gobierno municipal de Sanxenxo: cuando el conductor presente síntomas que despierten las sospechas de los agentes, en caso de siniestro, si comete alguna infracción de tráfico en la que los agentes consideren necesario comprobar su estado y en cualquier control rutinario.

El aparato ha sido adquirido gracias a una subvención de la Diputación de Pontevedra enmarcada dentro del Plan Concellos 2016.