Hasta ahora, las proyecciones teóricas de población elaboradas por el Instituto Galego de Estatística (IGE) apuntaban a que la comarca aún gozaría de un crecimiento demográfico hasta 2017, pero la realidad parece decir lo contrario. El análisis del IGE por comarcas estudia el caso en los municipios de Pontevedra, Barro, Campo Lameiro, Cotobade, A Lama, Poio, Ponte Caldelas y Vilaboa, sin incluir en ese territorio otros municipios próximos como los cuatro del Umia (Caldas, Portas, Cuntis y Moraña), ni los de Sanxenxo y Marín. Esos ocho municipios suman a día de hoy un total de 123.639 habitantes, de los que 22.300 son menores de 19 años y algo menos de 25.000 ya superan los 65 años de edad.

Pero la diferencia entre ambos sectores poblacionales, ahora cifrada en algo más de dos mil personas, se multiplicará en una década de forma exponencial. De hecho, los cálculos del IGE apuntan a que de aquí a 2024 la comarca perderá alrededor de dos mil jóvenes (un 8,5% menos que en la actualidad) pero en cambio crecerá notablemente el censo de vecinos en edad de jubilación, casi un 20% más que ahora. Los 22.300 menores de 19 años pasarán a poco más de 20.300, mientras que los 25.000 mayores de 65 serán dentro de diez años casi 30.000.

La comparativa es aún más preocupante si se reduce la cifra de jóvenes a los menores de 14 años. En la actualidad ya existe una población de la tercera edad superior a la infantil en toda la comarca, un fenómeno que es especialmente intenso en los municipios del interior como Campo Lameiro Cotobade, por ejemplo, pero frente a los 25.000 mayores de 65 años, aún se mantiene un censo infantil pujante, de más de 17.000 niños. Sin embargo, en el año 2024, este último censo se reducirá drásticamente, en torno a los 14.000 niños, según las previsiones del Instituto Galego de Estatística.