Desde hace año y medio las cartas y demás correspondencia que debe llegar a los domicilios de Verducido lo hace con mucho retraso o simplemente no encuentra al destinatario. Al menos así lo denuncian los vecinos de la parroquia, que atribuyen esta caos del correo a dos factores: la deficiente numeración de las casas y la marcha del cartero que tenían hasta entonces y que, pese a ese problema de identificación de las viviendas, conocía a los vecinos y entregaba la correspondencias sin problemas. "Pero desde que se marchó, nos ponen un cartero nuevo cada dos meses y no tiene tiempo de familiarizarse con la numeración", explica el presidente de la asociación de vecinos Outeiro do Castro.
El colectivo señala que se han puesto en contacto en varias ocasiones con Correos y con el Concello para buscar una solución a este problema pero hasta ahora sin éxito. Incluso reprochan la falta de ayuda desde el gobierno local "ya que hemos pedido hasta tres veces una reunión con el alcalde para hablar de este asunto y no nos ha contestado". Sí han tenido reuniones con la concejala de la parroquia, Pilar Comesaña, pero también sin resultado, por lo que los vecinos se plantean asumir por su cuenta la renumeración de las casas, pero insisten en que "el Concello no quiere poner los rótulos" en los viales para facilitar su identificación.
El colectivo, que aprovecha para denunciar que la parroquia también carece de saneamiento, trabaja en solicitar una subvención de 5.000 euros a la Xunta para acometer esos trabajos.
Se da la circunstancia de que el Concello anunció a principios de mes la contratación de una empresa especializada para revisar y actualizar la numeración municipal de las viviendas de un total de ocho parroquias. Se trata de las de Marcón, Bora, Salcedo, Tomeza, Pontesampaio, A Canicouva, Santa María de Xeve y San Andrés de Xeve. Las restantes ya habían sido objeto de este trabajo, pero Verducido se queja de que, en su caso, no es así.
Esa labor de renumeración tendrá un coste de algo más de 36.000 euros y el plazo de ejecución sería de seis meses. Cuando se anunció esta labor el gobierno local admitió que la localización de viviendas en el rural era difícil.
