Las diputaciones de Pontevedra y A Coruña, junto a los concellos de Catoira y Rianxo, solicitarán conjuntamente a la Xunta una reunión de trabajo en la que abordar la transferencia del puente interprovincial sobre el río Ulla. Argumentan que el viaducto tiene unas características propias de una infraestructura autonómica tanto desde el punto de vista lógico como legal. Sus razones se basan en que une dos provincias diferentes y articula la red de carreteras gallegas al conectar vías de gran densidad de tráfico como la autovía del Barbanza y la AP-9.

La solicitud de reunión con la Xunta se solicitará hoy mismo tras el encuentro celebrado ayer auspiciado por el responsable de Movilidad de la Diputación de Pontevedra, Uxío Benítez. Acudieron también los presidentes provinciales Carmela Silva y Valentín González, junto con la vicepresidenta coruñesa Goretti Sanmartín, y los alcaldes de Catoira y Rianxo, Alberto García y Adolfo Muíños.

"Hacemos un llamamiento para que haya coordinación entre las administraciones, para que los representantes públicos podamos trabajar de manera conjunta y racionalizar con buena voluntad nuestras competencias y la titularidad de las infraestructuras que dan servicio a vecinos y vecinas", dijo Benítez insistiendo en que el puente de Catoira cumple todos los requisitos para ser autonómica.

Carmela Silva también subrayó que las administraciones deben tener la voluntad de llegar a acuerdos, "esta infraestructura une dos provincias y, por lo tanto, es competencia clara de la administración autonómica. Y es que además une dos grandes vías como es la AP-9 y la autovía del Barbanza que cohesionan el territorio gallego. Por lo tanto tiene lógica que la Xunta acepte la transferencia". Asimismo se manifestó optimista al considerar que "va a ser posible llegar a un acuerdo con la Xunta porque se plantea una argumentación cargada de razones objetivas, legales y de cohesión del territorio".

El alcalde de Catoira recordó que su concello, al igual que el de Rianxo, lleva desde el año 1979 reivindicando no solo el traspaso del puente a la Xunta, sino también de sus accesos y de su mantenimiento. Según Alberto García, "el Barbanza, e incluso vecinos de Muros y Noia, pasan por este puente.