El municipio de Moraña se ha convertido en el primero de la comarca que se ve obligado a adoptar medidas de restricción del consumo de agua debido a los efectos de la sequía. La alcaldesa Luisa Piñeiro ha dictado un bando en el que prohibe el uso del agua para actividades no domésticas y alerta de que, de seguir la situación, podrían producirse cortes diarios de varias horas en el suministro.

El bando de Piñeiro Arcos atribuye a la sequía de los últimos meses la situación del sistema de agua en el municipio ya que "el depósito de abastecimiento de agua potable a Santa Lucía se encuentra en unos niveles muy bajos que no permiten un excesivo consumo de agua".

Añade que "por este motivo se debe consumir el agua estrictamente necesaria y no malgastarla, quedando prohibido utilizar el agua del abastecimiento para usos que no sean domésticos, como riego de fincas o jardines, lavado de coches o llenado de piscinas". Esta restricción afecta a la red municipal, por lo que el uso de los pozos privados no entra en esta prohibición y queda a criterio de cada propietarios.

El gobierno local explica que en los próximos días personal municipal realizará un control de los contadores de todas las viviendas que dispongan de suministro municipal, con el fin de comprobar que se cumplen estas órdenes y no se producen excesos de consumo. Además, advierte de que "de continuar esta situación se procederá a cortar el suministro de agua durante determinadas horas del día", por lo que se ruega a todos los usuarios que "hagan un uso racional del agua y así poder mejorar el servicio".