La primera tanda de adjudicaciones, con medio centenar de permisos, supuso para las arcas municipales unos ingresos de unos 43.000 euros, cifra que ahora se repite (algo menos de 44.000) con los permisos para un centenar de atracciones. En este segundo caso abundan los puestos con tasas más económicas, entre 40 y 90 euros, de modo que la recaudación es menor de media por puesto. En la convocatoria de esta edición de las fiestas se optó por sacar a concurso la adjudicación por dos años, para 2016 y para 2017, de modo que aquellos feriantes que consigan la plaza para este año, podrán instalar sus atracciones el próximo año, teóricamente con el abono de la misma tasa que se paga en esta ocasión.

Inspecciones

En las resoluciones de concesión de estos espacios se aclara que cada uno de los puestos pueden ser sometidos a inspección tanto para comprobar que ocupan el terreno otorgado, como para verificar que se cumplen las condiciones de seguridad.