César Mosquera y Raimundo González, los dos concejales, junto con el alcalde, más veteranos de la corporación, de la que forman parte desde 1991, dejarán este mes de cobrar salario municipal por dedicación exclusiva. Ambos ediles acaban de renunciar a ese régimen y sus sueldos pasarán a manos de otros dos concejales del BNG, curiosamente los más jóvenes y últimos en incorporarse al Concello: Anabel Gulías y Alberto Oubiña. Así consta en una resolución formada por el alcalde, Miguel Fernández Lores, el pasado 30 de junio, pero que no se hizo pública hasta ayer, con su aparición en el Boletín Oficial de la Provincia.

La decisión se debe a que los dos concejales, profesores de instituto y funcionarios de la Consellería de Educación, se han acogida a la posibilidad aún en vigor de jubilarse a los sesenta años, de modo que a partir de ahora contarán con una pensión de jubilación, lo que choca con la percepción de un sueldo municipal. Tanto Mosquera como González Carballo confirmaron ayer esta decisión personal, que ya barajaban desde hace varios meses. El primero de ellos, que en agosto cumplirá 62 años (González Carballo llegó a 61 en febrero pasado), explicó que optaron por esta jubilación anticipada ante la posibilidad de que esta vía desaparezca en breve, lo que les llevaría a prolongar su vida laboral al menos ocho años más. En todo caso, Mosquera admitió que "no fue una decisión fácil porque me parece absurdo que en ciertas profesiones" si fijen esas edades de jubilación.

El decreto municipal únicamente da cuenta de la renuncia a las dedicaciones exclusivas, y por tanto a los salarios, y su asignación a los dos ediles sustitutos, todo ello con efectos del 1 de julio de 2016. Por tanto, la de junio fue la última nómina del Concello de Mosquera (cuyo salario bruto era de 50.758,6 euros al año) y de González Carballo, que percibía 50.638,40 euros brutos anuales, repartidos en 14 pagas. A partir de ahora sus ingresos municipales serán tan solo por asistencias a órganos colegiados: 275 euros por pleno, 125 por junta de gobierno y 105 por comisión informativa (125 si se ejerce de presidente). Mosquera, por su parte, mantiene las retribuciones por sus asistencias a los órganos de la Diputación, de la que es vicepresidente.

En todo caso, los dos concejales que asumen ahora sus salarios no llegarán a aquellas cifras, ya que los dos más veteranos cuentan con una antigüedad de la que no gozan Gulías y Oubiña. En su caso la nómina anual será de 43.865,3 euros brutos.

Estos cambios no suponen, en la práctica, modificación alguna en el funcionamiento municipal ni en las funciones que ejercen todos estos políticos implicados, ya que cada uno de ellos conservará sus funciones actuales y Mosquera seguirá en la vicepresidencia de la Diputación.