La hidratación adecuada de la piel, la protección del sol las 24 horas del día, la forma de maquillarse discretamente y en función de los efectos de la quimioterapia... Son solo algunas de las cuestiones que se trataron en el taller de cosmética impartido por la Fundación Stanpa en el Hospital Provincial en colaboración con el CHOP. Dos mujeres están detrás de esta iniciativa: Rosa Ozores, supervisora de Oncología, y Ana Conde, subdirectora de Procesos Asistenciales del área de Enfermería. Está previsto que el curso se celebre en más ocasiones con más mujeres.
-¿Cómo surgió este taller?
-Ana Conde: Tenemos mucha suerte de contar con una gerencia que acoge cualquier idea que apueste por la humanización. Cuando comenzamos este plan de humanización, lo hicimos fijándonos en las áreas que creíamos que podían ser las más receptivas: la pediátrica, la psiquiátrica y la oncológica. Este año nos hemos centrado en esta última.
-Rosa Ozores: Este año decidimos colaborar con la Fundación Stanpa.
-¿Cuál es el perfil de las pacientes?
-R.O: Cualquier mujer. Lo que sí hay que tener en cuenta es el estado en el que se encuentra su enfermedad, así como su estado de ánimo. También es muy importante su lugar de residencia. Este primer grupo de entre ocho y diez mujeres estaba compuesto por pacientes de la zona, para facilitárseles la asistencia. Algunas ya quieren repetir. Fue un taller muy agradable. El personal de la fundación fue estupendo, pero, sobre todo, las pacientes estaban muy receptivas y se fueron muy contentas. Fue una buena iniciativa y ellas la valoraron muy bien.
-¿Por qué son tan importantes este tipo de talleres?
-R.O: A nivel médico se valora a las pacientes por el tratamiento, la evolución de la enfermedad... Pero hay otros detalles, como la caída del pelo, la sequedad de la piel, las alergias al sol, que son temporales pero pequeños.
-¿Qué quiere decir? ¿Que hay que valorarlos en su justa medida?
-R.O: A nivel médico, esto es un pequeño detalle, pero para la paciente no lo son, porque son su día a día. Además, les da vergüenza preguntar.
-¿Tienen miedo a que se las tache de frívolas?
-R.O: Sienten que no es importante y lo pasan mal porque se avergüenzan al preguntar por su aspecto físico. La caída de pelo ya se asume, está muy asumido socialmente. También tenemos que reconocer que mujeres famosas han ayudado a que esto se haya normalizado.
-Al final, muchas de las pacientes recurren con sus dudas a las enfermeras...
-A.C: La Enfermería es la receptora de todas las cuestiones, para bien y para mal. Es la que presta la atención al paciente las 24 horas del día. Es con quien más confianza tienen. Al médico lo relacionan más con las dudas sobre el estado físico.
-¿Cuál es su valoración del taller?
-R.O: Yo, ayer, me marché feliz.
-¿Emocionadas?
-R.O: Sí, porque tienes un grupo.
-A.C: Hicieron una piña increíble. Las risas se escuchaban en el fondo del pasillo.
-Hay algo que une a las pacientes de Oncología...
-R.O: Sí, porque se sienten identificadas. Por suerte, en Galicia todavía contamos con ese gran apoyo familiar. Pero las pacientes muchas veces no cuentan las cosas para no preocupar. A veces se abren más con un desconocido que pasan por lo mismo que ellas.
