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La comarca acentúa su pérdida de población al caer un 20% la natalidad en una década

Solo Pontevedra y Poio tienen crecimiento vegetativo pero el balance global de 2015 dice que hubo 319 defunciones más que alumbramientos, seis veces más que hace cinco años

La población de Pontevedra ronda los 83.000 habitantes. // R. V.

El año 2015 ha supuesto para la comarca de Pontevedra la mayor pérdida de población de los últimos ejercicios. Después de un aumento progresivo del censo de los 14 municipios de la capital y su entorno hasta 2011, desde entonces se registra una caída demográfica que siempre se concentraba en los municipios del interior, junto con alguna excepción en la costa, como Marín. Pero lo ocurrido el pasado año enciende todas las alarmas ya que la pérdida poblacional que afecta a toda Galicia, llega ya a la comarca, hasta ahora ajena en buena parte al fenómeno global gallego. Así se pone de manifiesto en los datos provisionales ofrecidos ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE) sobre nacimientos y fallecimientos, que no coinciden exactamente con los que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE) y se aclara que son provisionales.

En todo caso, marcan una preocupante tendencia a la baja y ponen de manifiesto que el número de defunciones es muy superior al de partos, un problema que es especialmente notable en municipios como Sanxenxo (-37 de crecimiento vegetativo) o Marín (-51), ya que la pérdida de población se extiende desde el interior hacia la costa, territorio hasta ahora más pujante en este apartado.

Si hace diez años, en 2006, fueron 1.710 los niños nacidos en los 14 municipios de la comarca, en 2015 fueron solo 1.392, lo que supone un descenso del índice de natalidad de casi un 20% en una década. Curiosamente, Cotobade, uno de los municipios más castigados históricamente por la pérdida de población, es el único donde hubo en 2015 más nacimientos que en 2006 (27, frente a los 26 de hace diez años), pero en el resto de los municipios la caída es muy significativa. De hecho, en conjunto, la comarca registró el pasado año 319 muertes más que alumbramientos, lo que profundiza en el crecimiento vegetativo negativo, cuando hace apenas cinco años esa diferencia era casi seis veces menos, de apenas -56. Este crecimiento vegetativo es general en todos los municipios salvo en dos: Pontevedra y Poio. Son los únicos que, según los datos provisionales del IGE, aún resisten y tienen más partos que defunciones, aunque en el caso de la capital solo es por tres nacimientos más. Estos datos son ligeramente diferentes a los que maneja el INE, que en junio pasado establecía el balance del municipio de Pontevedra en -3, truncando así el crecimiento vegetativo de años anteriores. Por su parte, en Poio se registra un balance positivo de 26 nacimientos más que defunciones.

Pero el mejor balance de estos dos municipios no sirve para compensar la situación global. Si entre 2011 y 2014 la pérdida de residentes se situaba en unas 300 personas anuales, en 2015 se triplicó ese índice y se llegó a un descenso de más de 930 vecinos, la cifra más alta de este balance histórico. De este modo, la comarca cuenta, según los datos oficiales del INE, referidos al 1 de enero pasado pero que estarán vigentes todo 2016, con 188.245 habitantes, un 0,5% menos que en 2014.

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