En septiembre de 1952, Ernest Hemingway publicaba la historia de Santiago, un pescador de La Habana cuya lucha con un pez espada le condujo a través de un viaje por su propia vida. El viejo Santiago peleó con el animal durante tres días, mientras peleaba con su propia vida. Hemingway llamó a su historia "El viejo y el mar", una de las novelas más aclamadas del siglo XX. En la pesca, en la lucha con el mar, el marinero acostumbra a encontrar un elemento liberador y al mismo tiempo adictivo. No la pelea interminable, sino el vicio por la pesca es lo que los integrantes de la Asociación de Pesca Deportiva Tenlo intentan transmitir a los más pequeños desde hace varias ediciones en su campus de verano.
Como ya es tradicional cada año, los niños del colegio internacional del SEK fueron los primeros en disfrutar el lunes y el martes de un paseo por la ría y sus primeras clases de pesca. Este año los tiempos, admiten desde la asociación, no se han gestionado como hubiera sido deseable y no habrá otros colegios participantes, como suele ser habitual. Son embargo, esto no ha frenado la ya tradicional Escuela Infantil de Pesca en la que cada año enseñan a un grupo de niños de Marín el arte de pescar.
Pescar es una actividad exigente y llena de variantes, cada especie exige su modalidad, cada espacio del mar su técnica. Los 20 niños que podrán aprender de la mano de Tenlo practicarán la clásica pesca desde tierra con caña, pero también la pesca desde embarcaciones, como el curricán.
Las iniciativas para los pequeños son las que centran ahora la atención de Tenlo, pero no dejan de mirar de reojo al Campeonato de Pesca Ría de Marín que volverán a organizar en septiembre, alcanzando así su quinta edición. En él también habrá pesca al curricán, pero será territorio reservado para los más expertos.
