La presidenta de la Sección Cuarta de la Audiencia se vio obligada a llamar la atención en varias ocasiones a Teresa Noemí O. Q. por las constantes interrupciones al escuchar la declaración de una testigo, llegando a responder incluso a la propia magistrada. La mujer persistió en su actitud durante otras fases del juicio, siendo necesario que la presidenta de la Sección requiriese la presencia de un agente de la Guardia Civil en la sala.