También el personal sufre las consecuencias del calor y manifiestan su incomodidad con la actual situación. "A ver si sacándolo en el periódico conseguimos arreglar algo. El año pasado los termómetros estaban que estallaban, este año ya no los han puesto", protesta una trabajadora. "En el Hospital Provincial el año pasado, al menos, pusieron estores y amparar, amparan, algo hacen; pero no sé el sistema que pueden poner aquí", manifiesta otro miembro de la plantilla del ambulatorio. "Desde que abrieron el centro de salud, hace muchos años, siempre ha sido la misma historia", dicen los trabajadores. "Además las listas de espera son demasiado grandes y los pacientes, cuando vienen, pasan mucho rato en las salas hasta ser atendidos". Otros miembros del personal, en cambio, afirman que se están repartiendo las agendas médicas para tratar de evitar la acumulación de pacientes en las horas de más calor y minimizan el problema. Sin embargo no es, ni mucho menos, el parecer mayoritario entre pacientes y profesionales.