Con el conflicto con los empresarios de atracciones festivas todavía sin resolver, el Concello sigue adelante con los trámites para el montaje y funcionamiento de esas barracas y aparatos en la alameda, Reina Victoria, para la Peregrina, y en el recinto ferial, para O Burgo. Así, se contratará, como todos los años, a una empresa privada para que se encargue de supervisar y controlar la seguridad de las atracciones.

Si hasta ahora se realizaba una contratación anual, ahora se pretende disponer de este servicio de forma continuada durante tres años, con un presupuesto máximo de algo más de 96.000 euros para ese periodo. Asimismo, ayer se acordó contratar el refuerzo del suministro eléctrico en las zonas de fiestas, para abastecer a las barracas y demás espectáculos del programa de verano. En este caso la empresa adjudicataria percibirá unos 123.000 euros aproximadamente.

Para este año, el Concello ha decidido sacar a concurso todos los servicios complementarios de las fiestas, desde el alquiler de los escenarios para los conciertos hasta la realización de las tiradas de fuegos artificiales.

Conflicto

En todo caso, por el momento no está cerrado el conflicto con un sector de los empresarios, que amenazan con no acudir a las fiestas de Pontevedra si no se atienden sus demandas en materia de precios y sistema de adjudicación de los espacios para sus atracciones. El asunto deberá estar resuelto en el plazo de apenas dos semanas, ya que las fiestas de O Burgo comienzan en torno al 22 de julio. El gobierno local ya ha adjudicado algunos de los puestos tanto para Santiaguiño como para la Peregrina, a empresarios que se desmarcaron de los que protestan, y mantiene abierto el proceso de adjudicación de espacios, un sistema que permanece vivo hasta que se cubre toda la oferta.