Los siete eméritos atesoran el conocimiento y la experiencia adquiridos tras más de cuarenta años en las aulas y como investigadores. Además del requisito de acreditar una larga trayectoria y su valía profesional, la Universidad de Vigo establece un vínculo máximo de cinco años -anteriormente era de diez- durante el que no pueden tener cargos y solo imparten clase en másteres y doctorados. Su dedicación debe ser completa y el rector tiene la potestad de encargarles estudios o informes.

Aunque en España no está muy reconocida esta figura, en otros países sí goza de gran prestigio y los eméritos ejercen sin límite de edad.