La ejecución y apertura de un nuevo acceso a Monte Porreiro desde el centro urbano, aprovechando la red viaria de Tafisa y que sirva de alternativa a la avenida de Buenos Aires, depende casi en exclusiva de la Diputación. Pese a que se trata de un proyecto que persigue el Concello desde hace años, el gobierno local ha optado por dejar el asunto en manos de la institución provincial, en virtud del protocolo que ambas administraciones firmaron en noviembre pasado.

Hace un año el Concello encargaba el proyecto y después de doce meses sin avance alguno, la oposición ha puesto sus ojos en este asunto, por lo que ha requerido al gobierno local que aclare el estado de tramitación, un posible calendario y, sobre todo, si tiene visos de salir adelante. El concejal de Mobilidade, Luis Bará, se comprometió a exponer la documentación disponible en una próxima comisión de infraestructuras.

Se trata de un vial de al menos kilómetro y medio de longitud desde la calle José Malvar hasta Monte Porreiro del que la mitad ya está ejecutado, con la urbanización de los terrenos de la antigua Tafisa. Aunque formaba parte de las primeras medidas a las que dio prioridad el gobierno local tras su toma de posesión hace un año, el proyecto completo aún está pendiente. El objetivo era aprovechar la red viaria de Tafisa para diseñar una nueva carretera hasta la zona de Os Campos y la Uned que sirva de alternativa a la avenida de Buenos Aires. Los primeros 750 metros de este futuro vial, ya ejecutados, discurren desde la glorieta donde confluyen el Camiño Vello de Castela y la calle José Malvar, hasta las inmediaciones del apeadero ferroviario del campus. Allí, las obras del Eje Atlántico ya tuvieron en cuenta en su día esta posible actuación y se habilitó un amplio túnel para el paso del asfalto para las vías del tren. Lo que falta por ejecutar es un tramo de unos 50 metros desde Tafisa hasta este paso subterráneo y después, continuar hasta Monte Porreiro.

Sin embargo, las previsiones municipales apuntan a aprovechar caminos ya existentes que serían ensancharlos y mejorarlos. En principio se piensa en las rúas Outeiro y Reguiña. Esta opción podría abaratar las expropiaciones si se llega a acuerdos de cesión con los propietarios de los terrenos. Al margen de obtener el suelo, el segundo problema es lograr la financiación, ya que el proyecto se cifra en 1,6 millones de euros. Es aquí donde entra en juego la Diputación. Ya se había llegado a un preacuerdo con el anterior gobierno provincial y figura desde noviembre en un protocolo con el ejecutivo actual, donde el BNG asume las competencias en infraestructuras, de ahí que resulte llamativa la paralización actual de la iniciativa.

Si finalmente sale adelante esta carretera, sería la principal alternativa a la actual avenida de Buenos Aires para acceder a Monte Porreiro desde el centro urbano y evitando también el paso por A Seca y La Paloma para llegar al barrio por Os Campos. El gobierno local ya ha pensado algunas medidas para la actual avenida de Buenos Aires si sale adelante la alternativa, si bien todo apunta a que no habría obras antes de un par de años, en el mejor de los casos, a la vista del retrasado que acumula la ronda Este, pese a que está adjudicada su ejecución desde diciembre.

Posible sentido único

El tramo de la avenida de Buenos Aires que más preocupa al gobierno local es el situado entre la playa fluvial y el propio barrio, con taludes y muros que provocan cierto deterioro en la calzada. Se ha pensado en aplicar sentido único u otras medidas, pero todo son conjeturas hasta concretar la puesta en marcha de esta alternativa viaria, que desembocaría en las inmediaciones de la Uned, donde ya se han realizado mejoras en la rúa de Os Campos.

La fórmula con la que se quiere llevar a cabo este futuro vial es la misma con la que se sacó adelante otro acceso al mismo barrio, el que procede de Lérez e incluye un puente sobre el río, abierta al tráfico en enero de 2012. Ese mismo sistema es el ideado para la ronda Este entre O Marco y San Mauro, adjudicada hace seis meses pero cuyas obras no pueden comenzar al carecer de la obligatoria evaluación ambiental, un proceso que acaba de activarse aún ahora, con notable retraso.

Este nuevo acceso a Monte Porreiro forma parte del protocolo de inversiones firmado en noviembre pasado por el alcalde, Miguel Fernández Lores, y la presidenta de la Diputación, Carmela Silva. Cada obra se debe desarrollar en convenios específicos, aún pendientes. Además de esa carretera, el documento incluía el saneamiento de la parroquia de Mourente Bora y O Gafos al que esta semana dio luz verde el gobierno provincial, entre otras actuaciones.