El "pacto ambiental" suscrito entre Ence y la Xunta por el que la empresa se compromete a invertir más de 190 millones en cuatro años en mejoras industriales, proyectos de investigación e iniciativas públicas, es recibido por el BNG y el PSOE en el Concello como una "compra de voluntades" y una "operación de maquillaje", mientras que el PP local destaca que ese acuerdo "marca la hoja de ruta" para que "Pontevedra gane". Así reaccionaron ayer los principales grupos municipales, que reafirmaron una vez más sus respectivas posiciones en este controvertido asunto.

El alcalde, Miguel Fernández Lores, y el portavoz socialista, Agustín Fernández, dejaron claro que el único pacto que aceptarían con la empresa sería el de su marcha o traslado, mientras que Jacobo Moreira emplaza a ambos grupos y al Concello en general a "sumarse al compromiso por la recuperación de la ría".

Lores vincula el acuerdo del martes de Ence con los conselleiros Beatriz Mato y Alfonso Rueda, tanto a las elecciones generales recién celebradas, como a las próximas autonómicas. "Se ve que estaban esperando a los resultados -del 26-J- y consideran que le son favorables y ahora empieza la campaña de las autonómicas". Después insiste en su discurso de que "queremos recuperar la ría y no me valen pactos ambientales, ni teóricas inversiones productivas. Ellos siguen con su porfía y nosotros con la nuestra".

Deja claro que "no me van a convencer con abalorios. Queremos una ría limpia, atractiva, con calidad del aire y las fábricas de este tipo se deslocalizan en todo el mundo, hay sitio de sobra para ellas y hay administraciones con competencias para ello", entre las que Lores no incluye al Concello. "No consentiré que se haga negocio a costa de la salud de los pontevedreses ni que se quieran comprar voluntades. Se ve que el PP ya está convencido, pero el resto de la sociedad, que es una mayoría, no y seguiremos defendiendo lo que siempre defendimos y prometimos en todas las campañas electorales", concluyó Lores.

En parecidos términos se pronunciaba Agustín Fernández, otra de las voces más beligerantes contra Ence. "Es una simple operación de maquillaje, un intento de vestir una concesión que es un drama para los pontevedreses, una compra de voluntades con un dinero que estaría mejor invertido en el traslado, que es lo que la empresa debe hacer". A su juicio, los 190 millones prometidos "deben emplearse en buscar alternativas de ubicación y elaborar un nuevo proyecto, a ser posible en la comarca de Pontevedra".

En todo caso, el portavoz del PSOE marca una frontera con Lores al señalar que el Concello y el propio alcalde "deberían liderar" ese proceso para lograr la marcha de Ence de la ría, mediante negociaciones con la empresa y no solo con protestas y recursos, que apoyamos pero que vemos insuficientes", concluye Fernández.

Implicación municipal

Por su parte, la opción de un hipotético traslado es totalmente descartada no solo por la empresa sino también por el PP, cuyo presidente local y portavoz municipal, Jacobo Moreira, animó ayer al Concello a "sumarse a este compromiso por la recuperación de la ría y por el empleo". Y es que el PP local centra en los puestos de trabajo los principales beneficios de este "pacto ambiental". Moreira subraya que el acuerdo del martes "marca la hoja de ruta que desde marzo de 2015 veníamos exigiendo a la empresa", con especial énfasis en "más empleo y que sea de calidad", además de "máxima exigencia medioambiental y mayor implicación con Pontevedra". Estima que "ya se dan los primeros pasos para que Pontevedra gane" con promesas como la planta de biomasa en Lourizán.

Sin embargo, para el PP es necesario que el Concello se implique en este pacto ambiental, en especial en asuntos como el saneamiento de la ría, donde "el gobierno local tiene que dejar de echar balones fuera" y en el campo de fútbol de Lourizán, derribado por Ence por orden de Costas y para el que el Concello aún no ha ofrecido una alternativa.