Los trabajos se aprovecharon también para localizar aquellos inmuebles abandonados que se han convertido en "palomares". Se trata de edificios que si bien exteriormente pueden parecer en buenas condiciones, "el hecho de que tengan un cristal roto y estén deshabitados los convierte en emplazamiento ideal para las palomas".

En 2014, primer año de aplicación de esta campaña, limitada entonces solo a las gaviotas, se retiraron unos 120 pollos en 90 tejados visitados. Fue el pasado año cuando este plan de control alcanzó cifras mucho más elevadas, ya que se retiraron 356 huevos de gaviota y un total de 261 nidos, que se eliminan en su totalidad con el fin de evitar que las aves regresen a ese mismo emplazamiento para una segunda puesta. Además se retiraron 76 pollos en 316 tejados visitados. En cuanto a las palomas, las jaulas instaladas en A Ferrería, Montero Ríos y la plaza de España permitieron capturar 220 aves.