Saben que es un reto difícil, pero están empeñados en lograrlo. Se trata de conseguir que todos los aficionados a la bicicleta puedan circular de forma segura desde Pontevedra hasta Pontesampaio, las playas de Marín y Combarro a lo largo de vías ciclistas. Sería el primer paso para habilitar un mapa comarcal de este tipo de sendas con un marcado carácter turístico y recreativo. El colectivo Pedaladas logró ayer implicar a cuatro municipios (Pontevedra, Marín, Poio y Vilaboa), al servicio de Mobilidade de la Diputación y a la Axencia Galega de Infraestruturas de la Xunta en el debate para diseñar ese posible plan comarcal.
Francisco Menéndez, director de ña Axencia, Uxío Benítez, responsable de infraestructuras en la Diputación, los alcaldes de Vilaboa, José Luis Poceiro, y de Marín, María Ramallo, y los concejales Anxos Riveiro (Pontevedra) y Chelo Besada Poio), así como otros representantes políticos, acudieron ayer a la cita de Pedaladas, en la que Manuel Torres, y Enrique Pérez, vicepresidente, expusieron a todas estas administraciones su primera propuesta de estas sendas con la premisa de "aprovechar las infraestructuras ya existentes" pero que en muchos casos están desconectadas entre sí y, por tanto, poco aprovechadas.
Al margen de permitir la "movilidad laboral,", los aficionados inciden sobre todo en el "atractivo turístico" que supondría esta red ciclista. Al respecto, destacan que "las rutas permiten crear unos atractivos turísticos importantes pensando en la apertura de la línea del AVE Pontevedra-Madrid donde es posible transportar bicicletas, por lo que se abre la puerta a un activo turístico desestacionalizado, aparte de ser muy positivo para facilitar una movilidad sostenible y saludable".
Insisten en la existencia de una "demanda social de estos tipos de vías en nuestra comarca por la que nuestra propuesta busca la máxima eficiencia posible y que la mayor parte de la población se vea beneficiada de su existencia", pero admiten que "el máximo problema a lo que nos enfrentamos es la necesaria coordinación entre administraciones y la voluntad política para ejecutar este tipo de infraestructuras", de ahí la reunión de ayer. En ella apostaron por aprovechar sendas no utilizadas por los coches o de escaso uso rodado, pero en aquellos tramos donde haya que utilizar carreteras, aplicar medidas de reducción de velocidad, señalizar de la presencia de ciclistas y habilitar arcenes adecuados.
Hasta Pontesampaio se podría aprovechar, en buena parte, la vía de servicio paralela al Eje Atlántico ferroviario, ya existente, y para las playas de Marín la apuesta es el paseo peatonal y ciclista que ya diseña Costas por la autovía de Marín. En ambos casos se estima que podría ser viable su ejecución pero más complicado se presenta el itinerario hasta Combarro. En este caso se apuesta por aprovechar senderos por la costa, evitando en lo posible la PO-308, pero habría un tramo, desde A Seca hasta la villa de los hórreos de obligatorio paso por la carretera, donde Pedaladas denuncia la constante presencia de coches aparcados en sus arcenes.
Al respecto, Menéndez admitió que la "plena urbanización" y edificación a ambos lados del vial dificulta una solución ciclista, unido al hecho de que la PO-308 soporta más de 15.000 vehículos al día, lo que hace completo aplicar medidas de calmado de tráfico y de "compatibilizar" el tráfico rodado con los peatones y los ciclistas.
