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"Hacen falta profesionales que no se dediquen a desgraciar árboles sino a la buena gestión"

Tanto Adolfo Abraldes como Daniel Roselló son aficionados a la escalada en roca, que compatibilizan con su labor como arbolistas. "Nos gusta el deporte, a los dos nos gusta la escalaba en roca, además de las cuerdas y todo lo que se puede hacer con ellas; seguimos simultaneando con la escalada pero además del gusto por el deporte lo que nos nueve es el gusto por los árboles".

Insisten en que los motiva especialmente "la búsqueda de una buena gestión del arbolado, hace falta que haya gente profesional que no se dedique a desgraciar árboles sino a la buena gestión".

"El árbol convive con las personas, hay un momento en que si alcanza un porte determinado hay que podarlo, cuando un árbol es peligroso hay que podarlo, pero no nos gustan las talas agresivas", destaca Daniel Roselló.

Critican que "en Galicia se podan muchísimos árboles que se cortan por la mitad, porque tradicionalmente se busca la leña y eso no es gestionar un árbol, es hacer mal las cosas y provocar un muñón. Nos queda mucho que aprender en ese aspecto y mucho ejemplo que dar de cómo hacer bien el trabajo".

No se puede improvisar en la gestión, añaden, como tampoco se puede hacerlo en los rescates. "Hay que entrenarlos mucho porque hay que saber hacerlo, no vale pensar que cuando tengas que enfrentarte a uno lo sabrás hacer sino que hay que practicarlo, son técnicas que tienes que tener muy interiorizadas para que en un escenario de peligro puedas actuar rápido y sin errores".

Ellos son un buen ejemplo de precisión: en todos sus años de trabajo en altura no han tenido ni un solo accidente o fallo de seguridad.

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