Marín se beneficia de la falta de competitividad que viene demostrando el Puerto de Vigo en las negociaciones con las navieras que transportan contenedores y que vuelve a colocar a Vigo en una peligrosa inercia de la que sale beneficiada la terminal local. Aunque el acuerdo no está cerrado, los estibadores marinenses ya celebran lo que dan por descontado, el desembarco de MacAndrews en el puerto local.
Marín en los últimos años ya arrebató a Vigo tráficos eólicos, fruteros y hasta graniteros. En esa balanza donde antes Marín figuraba con desventaja, cada vez gana más peso, y aunque todavía está muy distancia en las estadísticas (movió 11.500 hasta abril frente a los 61.400 de Guixar) los operadores vigueses temen que será cuestión de tiempo que pueda equilibrarse.
Por otra parte, en Vigo, y respecto a la compañía MSC, armadora que casi mueve tantos Teus en Guixar como Maersk, hay también en marcha una negociación para que abra una línea oceánica hasta la Patagonia, una ruta de enorme interés para la industria pesquera viguesa. El presidente del Puerto de Vigo teme que también las gestiones con estas navieras fracasen. "De seguir así peligra Hapag y mucho me temo que tampoco MSC esté por la labor", sostiene López Veiga. Su paciencia con la Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios (Sagep) está a punto de agotarse. Reclamó a esta sociedad un "acuerdo razonable" en el plazo de quince días y ya transcurrió más de un mes. Mantiene su confianza en el colectivo porque le consta que empresas y estibadores "siguen negociando". Pero ayer aprovechó el varapalo de MacAndrews para apelar a su "responsabilidad". "No puede ser que mientras trabajamos para ganar tráficos otros los espantan", espetó Veiga.
