Trabajadores del parque de maquinaria provincial y representantes sindicales de CC OO volvieron a hacer oír ayer su protesta contra la reordenación del servicio puesta en marcha por el nuevo gobierno de la Diputación, con una sonora manifestación que recorrió las calles de la ciudad entre las instalaciones del propio parque y el Pazo Provincial. Participaron una treintena de trabajadores y delegados sindicales, que hicieron sonar pitos y bocinas por las calles del centro urbano, enarbolando banderas de CC OO y una única pancarta en la que se podía leer "Así non, rectificación xa".

En representación de los asistentes, José Piñeiro, de Comisiones Obreras, explicó antes de comenzar la marcha que el gobierno provincial no quiere negociar una solución al conflicto y, por el contrario, está desarrollando una estrategia del "caos".

"Está claro que con las decisiones que están tomando tienen una hoja de ruta clara: primero se busca la desafección de los terrenos, para que en 2018 no siga allí el parque de maquinaria, y al mismo tiempo buscan la manera de que no rinda el trabajo", en referencia a los turnos y horarios que trata de implantar el gobierno provincial en este servicio.

Para CC OO, con esta actuación, el ejecutivo que preside la socialista Carmela Silva pretende "privatizar el servicio". Para ello -explica José Piñeiro-, primero tratan de que se pierda la mitad de la jornada de trabajo, para que el departamento no funcione, no se puedan arreglar las carreteras y, finalmente, poner el servicio en manos privadas. "Aquí hay un despilfarro de dinero; si se hiciese el trabajo conforme a lo que estamos demandando, no habría que meter empresas privadas porque el trabajo de los funcionarios sería suficiente; pero lo que va a suceder es que por un lado haya que pagarle a los funcionarios y por otro a las empresas privadas para que se pueda completar el trabajo".

El representante sindical volvió a asegurar que "no es verdad" que los trabajadores de este servicio tengan sueldos "desorbitados", que cifró en 1.300 euros al mes, "pero lo que no dicen es de cuánto es su salario, 90.000 euros para la presidenta, igual que el vicepresidente Mosquera, a lo que hay que añadir un chófer particular, con 2.200 euros al mes, el gasto del coche, las dietas, etc., con lo que se embolsan unos 12.000 euros al mes; y mientras ellos se enriquecen echan la culpa a los trabajadores", manifestó Piñeiro.

CC OO continuará convocando movilizaciones y protestas porque "ellos no quieren negociar".