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Las viviendas del municipio y su entorno · La opinión de los vecinos

Los pontevedreses se quejan de las trabas para aparcar y de deficiencias en las calles

Una encuesta del Instituto Galego de Estatística sobre los hogares en la ciudad revela que mejora la opinión de los ciudadanos sobre el transporte y el vandalismo - También se echan en falta más instalaciones deportivas y sociales

Aparcamiento disuasorio ubicado frente al Pabellón de Deportes, en terrenos de Costas, por lo que su acondicionamiento es deficiente. // Gustavo Santos

Aparcar en las calles de Pontevedra siempre ha sido una queja habitual entre los pontevedreses, en especial desde que el Concello optó por una política generalizada de peatonalizaciones. Pese a que Pontevedra es una de las escasas ciudades en las que no se paga por estacionar en la calle (no hay ORA ni Zona Azul), las dificultades para encontrar una plaza libre son constantes y así se pone de manifiesto en la macroencuesta que acaba de publicar el Instituto Galego de Estatística sobre las condiciones de los hogares en Galicia. Este trabajo demoscópico preguntó a los pontevedreses por los principales problemas que detectan en las inmediaciones de sus viviendas y las complicaciones para aparcar se llegan la palma. Hasta el 43% de los encuestados sitúa este problema como el principal, en especial por carecer de áreas específicas cerca de su casa, pocas plazas en la calle y también precios altos de los parkings de pago.

Pero si estacionar genera el mayor número de quejas, llama la atención que otro asunto asociado, el del transporte, haya experimentado una mejoría en la opinión de los pontevedreses con respecto a 2010. En una ciudad que carece de transporte público municipal, pese a la obligación legal de aplicarlo, hace cinco años el 47% de los vecinos se quejaba de deficiencias en las paradas, las rutas y las frecuencias de las líneas existentes. En cambio, a día de hoy esa opinión negativa se ha reducido al 26%, pese a que desde entonces no se han adoptado medidas de mejora. El plan metropolitano de transporte público de la Xunta no existe en Pontevedra y los anuncios del gobierno local de implantar un sistema "a demanda" con taxis tampoco ha registrado avances desde que se inició su estudio, hace un año.

Calles y aceras

No se produce ese mismo descenso a la hora de analizar lo que el IGE denomina "acceso a las viviendas" y que engloba el estado de las aceras, las facilidades para minusválidos en sus casas, y la urbanización general de las calles en cuanto a barreras arquitectónicas o pavimentación. En este caso se ha disparado el malestar de los consultados, al pasar del 15% que en 2010 situaban esta asunto como un problema, al 33% actual, más del doble. Este resultado contrasta, curiosamente, con la opinión, en general favorable, al modelo urbano que aplica el gobierno local. De hecho, algunos de sus aspectos, como el de la iluminación de las calles, solo genera quejas entre el 10% de los consultados, mientras que el estado y número del mobiliario urbano (bancos, papeleras o marquesinas, por ejemplo) llega apenas al 17%. En cambio, las deficiencias de urbanización rondan el 29%, lo que se sitúa como segundo principal problema en el entorno de los hogares de los encuestados, siempre por detrás del aparcamiento.

Para dejar el coche el Concello ha habilitado en estos años varios estacionamientos disuasorios y gratuitos, como los del recinto ferial, frente al Pabellón de Deportes, o en Mollabao, a los que se unieron en los últimos tiempos otros más pequeños como en A Parda, cerca de la avenida de Vigo o en Pasarón. Los parkings de pago ya son más céntricos, desde la plaza de España a la de Barcelos o de la Liberdade y en el Mercado, pero los usuarios se quejan de sus precios. Sin embargo, a medida que crecía esta oferta en el extrarradio y bajo tierra, las plazas libres en la vía pública son cada vez más escasas, ante las peatonalizaciones y la extensión de los espacios de servicios y carga y descarga. El último ejemplo al respecto se registra en la plaza de Barcelos, donde el centenar de espacios libres quedaron anulados con su reforma y la implantación de los servicios.

Hace unos dos meses que se aplicó la limitación horaria de todas las plazas de aparcamiento con la idea de evitar el "tráfico de agitación", en busca de un hueco, o de la estancia permanente. Al respecto, un informe de la Policía Local detallaba que Barcelos contaba con 112 plazas de estacionamiento libre y tres para personas con movilidad reducida. De ellos el 80% estaban ocupadas por residentes con una escasa rotación en horario laboral y se calculaba que el 24% de los coches permanecen inmóviles durante toda la jornada. Ahora ya no es posible esa estancia permanente, al igual que en otras muchas calles de la ciudad, de ahí el aumento de las quejas de los ciudadanos.

Delincuencia

Pero si este apartado crece, no ocurre lo mismo con otros aspectos de la encuesta del IGE. Así, se produce un significativo descenso en las quejas por la delincuencia y en vandalismo, al pasado del 11% de 2010 a menos del 7% en la actualidad, un descenso que también se produce en cuanto a la presencia de basura en las inmediaciones de los hogares consultados. En este sentido, lo que era un problema para el 20% de la población hace cinco años, ahora solo lo es para el 16%.

Sí hay más quejas en cuanto a determinados equipamientos. Un 22% de los encuestados ve escasas las instalaciones deportivas, abiertas o cerradas cerca de su casa, con proyectos paralizados desde hace años como el de A Parda, mientras que un 24% echa en falta más centros culturales y sociales como locales para la tercera edad, ludotecas o guarderías. De hecho, muchos de estos servicios son ofrecidos por empresas privadas, lo que limita el acceso general de la población.

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