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De almacén de salazón a dúplex

Una obra de A Moureira opta a los Premios de Arquitectura y Rehabilitación de Galicia

Entre la Avenida das Corbaceiras y la Rúa Irmáns Nodal se encontraba el Almacén de Carrascal, ahora convertido en cuatro viviendas, una de las pocas construcciones que quedan en pie del Campo de la Torre, parte del Arrabal de A Moureira. En esta zona nacieron en el siglo XVI los hermanos Gonzalo y Bartolomé García de Nodal, navegantes experimentados que realizaron importantes descubrimientos en América. La edificación, de la Edad Media y situada en un lugar tan emblemático de la historia de Pontevedra, de la que apenas sobreviven unas cuantas casas, ha sido seleccionada para los Premios de Arquitectura y Rehabilitación de Galicia 2016, convocados por la Consellería de Infraestructuras e Vivenda. Agustín Pouseu Loira es el arquitecto que trabajó entre 2006 y 2013 para dar una nueva cara a la construcción.

"No fue nada fácil, porque el edificio era usado como almacén de salazón y la piedra estaba totalmente deteriorada. Era necesario rehabilitar usando la misma mampostería, pero teníamos que renovar la piedra", explica Pouseu.

Los edificios, el almacén y la vivienda anexa fueron compradas por el promotor de la obra en 1993, cuando todavía la ley permitía construir un edificio con bajo y cuatro plantas. Sin embargo, quedó protegido al año siguiente con carácter ambiental en la categoría A.

"La obra se convirtió en una obra de conservación y rehabilitación de la que han salido cuatro viviendas, dos de ellas dúplex", señala el arquitecto.

"La filosofía de una obra de este tipo es conservar su imagen antigua, pero es imprescindible que los materiales funcionen a años vista. Muchas veces por motivos de conservación hay problemas de utilidad", aclara.

El arquitecto reconoce que asumir la rehabilitación de una obra lleva consigo más complicaciones que comenzarla de cero. "Tienes mucho condicionante", indica.

La nueva edificación no cuenta con los balcones que lucía la anterior ya que Patrimonio consideró que habían sido un añadido posterior de la época moderna.

Además, se tuvo que encargar una carpintería especial que, aportando las características de estanqueidad, tuviese el perfil estrecho antiguo. "El color es el verde, el que se utiliza en la zona monumental".

Curiosamente, esta obra de rehabilitación ya fue presentada a otros concursos de este tipo, aunque no había sido seleccionada pese a tratarse de una edificación de la Edad Media y, por ello, de carácter protegido.

Son 99 los candidatos de toda Galicia a los premios. Incluyen varias categorías, aunque los de mayor cuantía son el Premio Galego de Arquitectura y el de Rehabilitación, dotados cada uno con 6.000 euros.

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